SOMATIZACIÓN

Somatización: cuando las emociones enferman al cuerpo

En México, 14 de cada 100 personas pasan por un proceso de somatización alguna vez en la vida

La mente influye en el cuerpo
La mente influye en el cuerpoCréditos: Canva
Escrito en ESPECIALIDADES el

La somatización ocurre cuando el cuerpo expresa malestares emocionales en forma de síntomas físicos reales. La relación entre mente y cuerpo es más estrecha de lo que imaginamos. En los últimos años, la somatización ha recibido mayor atención clínica debido al aumento de casos de pacientes que presentan síntomas físicos sin una causa médica clara.

Esto no significa que los síntomas sean imaginarios: el dolor, la fatiga, la falta de aire o los problemas gastrointestinales son reales, pero su origen está influido significativamente por factores psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión.

Las emociones pueden influir en nuestro bienestar / Pexels

Los trastornos somáticos pueden causar angustia y deterioro funcional, aun cuando la afección médica subyacente no sea grave o no exista. Por ello, son un desafío tanto para pacientes como para profesionales de salud, ya que requieren un enfoque integral que considere cuerpo y emociones.

De acuerdo a la Secretaría de Salud, en México, 14 de cada 100 personas pasa por un proceso de somatización alguna vez en su vida.

Por ello, en Sumédico te explicamos todos los detalles.

¿Cómo se manifiesta la somatización en el cuerpo?

La somatización implica que el cuerpo se convierte en el canal donde se expresan tensiones o conflictos psicológicos. Entre los síntomas físicos más comunes se encuentran:

  • Dolor de cabeza persistente
  • Problemas digestivos (náuseas, diarrea, colitis nerviosa)
  • Dolor muscular o articular
  • Palpitaciones o sensación de falta de aire
  • Fatiga extrema
  • Adormecimiento u hormigueo

Estos síntomas pueden aparecer incluso en ausencia de cualquier enfermedad orgánica detectable, pero deben ser evaluados por un profesional para descartar causas médicas reales.

Mantenerse en alerta constante eleva hormonas como el cortisol, lo que afecta al sistema inmune y digestivo. Además, la somatización es más frecuente en personas con antecedentes de trastornos del estado de ánimo como depresión o ansiedad.

Algunos individuos canalizan la angustia de forma física sin ser conscientes de ello. El trauma puede alterar la percepción corporal y la respuesta al estrés. Adicionalmente, en ciertos entornos, expresar el malestar emocional puede ser socialmente menos aceptado que hablar de síntomas físicos.

Según la información de la Clínica Mayo, "Los síntomas causan una angustia real para la persona y el consuelo no siempre resulta útil. Anima a tu ser querido a considerar la derivación con un profesional de la salud mental para aprender formas de enfrentar las reacciones a los síntomas y las incapacidades que provocan".

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