CÁNCER DE MAMA

5 cambios en tu vida que pueden ayudar a disminuir la probabilidad de padecer cáncer de mama

La adopción de hábitos saludables puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama

Conoce los cambios en tu vida que pueden ayudar a disminuir la probabilidad de padecer cáncer de mama
Conoce los cambios en tu vida que pueden ayudar a disminuir la probabilidad de padecer cáncer de mamaCréditos: (Canva)
Escrito en ESPECIALIDADES el

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común entre las mujeres en México, con una alta incidencia y mortalidad, por lo que es fundamental conocer los cambios en tu vida que pueden ayudar a disminuir la probabilidad de padecer esta enfermedad.

El cáncer de mama continúa siendo uno de los tipos de cáncer más frecuentes en mujeres a nivel mundial, pero cada vez existe mayor evidencia científica sobre el impacto positivo que tienen las decisiones cotidianas en su prevención. Aunque factores como la genética y la edad no pueden modificarse, los especialistas coinciden en que aproximadamente un tercio de los casos podrían evitarse mediante la adopción de estilos de vida más saludables. Esta perspectiva empodera a las mujeres al demostrar que tienen un papel activo en la protección de su salud mamaria.

¿Cuáles son los cambios en tu vida que pueden ayudar a disminuir la probabilidad de padecer cáncer de mama?

La prevención del cáncer de mama no requiere medidas extremas, sino la implementación consistente de hábitos como los siguientes:

  • Mantener un peso saludable y evitar la obesidad

El exceso de grasa corporal, especialmente después de la menopausia, incrementa significativamente el riesgo de cáncer de mama debido a que el tejido adiposo produce estrógenos adicionales que pueden estimular el crecimiento de células cancerígenas. Las mujeres con obesidad tienen hasta un 60% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama según diversos estudios epidemiológicos. Mantener un índice de masa corporal entre 18.5 y 24.9 a través de una alimentación balanceada y actividad física regular reduce la producción de estas hormonas y disminuye la inflamación crónica, otro factor promotor del cáncer. La circunferencia de cintura ideal debe ser menor a 80 cm en mujeres, ya que la grasa abdominal es metabólicamente más activa y perjudicial.

  • Realizar actividad física regularmente

El ejercicio moderado a intenso practicado durante al menos 150 minutos semanales reduce los niveles de estrógeno, insulina y factores de crecimiento asociados con el desarrollo del cáncer de mama. La actividad física también fortalece el sistema inmunológico, mejora la circulación y ayuda a mantener un peso corporal adecuado, creando múltiples mecanismos protectores simultáneos. Mujeres que se mantienen físicamente activas durante toda la vida tienen entre 20% y 40% menos riesgo de desarrollar cáncer de mama comparado con aquellas con estilos de vida sedentarios. Incorporar una combinación de ejercicios cardiovasculares, de fuerza y flexibilidad ofrece los mayores beneficios para la salud mamaria.

  • Limitar el consumo de alcohol y evitar el tabaco

El consumo de alcohol, incluso en cantidades moderadas, está directamente relacionado con un aumento en el riesgo de cáncer de mama, ya que interfiere con el metabolismo del folato y aumenta los niveles de estrógeno en sangre. Las mujeres que consumen tres bebidas alcohólicas por semana tienen un 15% mayor riesgo, porcentaje que se incrementa en un 10% adicional por cada bebida regular diaria. Por otro lado, el tabaquismo, especialmente cuando comienza antes del primer embarazo, introduce carcinógenos directos en el tejido mamario y daña el DNA celular. Abandonar estos hábitos o reducir al mínimo su consumo representa una de las estrategias preventivas más efectivas, con beneficios que comienzan a manifestarse desde los primeros meses.

Limitar el consumo de alcohol y evitar el tabaco es clave para prevenir el cáncer de mama. (Foto: Canva)
  • Adoptar una alimentación rica en vegetales y fibra

Una dieta basada en alimentos de origen vegetal proporciona fitoquímicos con propiedades anticancerígenas demostradas, como los isotiocianatos del brócoli, los polifenoles de las bayas y el resveratrol de las uvas. La fibra dietética, abundante en granos enteros, legumbres y vegetales, ayuda a eliminar el exceso de estrógenos a través del tracto digestivo, reduciendo su reabsorción en el torrente sanguíneo. Incorporar al menos cinco porciones diarias de frutas y verduras de distintos colores asegura una amplia gama de nutrientes protectores, mientras que limitar las carnes rojas y procesadas disminuye la exposición a compuestos potencialmente carcinógenos. La dieta mediterránea, rica en aceite de oliva, pescado y vegetales, ha demostrado reducir el riesgo de cáncer de mama en hasta un 30%.

  • Amamantar y evaluar cuidadosamente las terapias hormonales

La lactancia materna durante al menos seis meses continuos reduce el riesgo de cáncer de mama al retardar el regreso de la ovulación y los ciclos menstruales después del parto, lo que disminuye la exposición vitalicia a estrógenos. Cada doce meses de lactancia acumulada a lo largo de la vida reduce aproximadamente un 4% el riesgo relativo de desarrollar la enfermedad. Por otro lado, las terapias de reemplazo hormonal utilizadas durante la menopausia, especialmente las que combinan estrógeno y progestina, aumentan significativamente el riesgo cuando se extienden por más de cinco años. Es fundamental evaluar individualmente los beneficios y riesgos con un médico, considerando alternativas no hormonales para el manejo de los síntomas menopáusicos cuando sea posible.

Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.