En la actualidad, las personas tienen una mayor esperanza de vida, lo que implica un mayor riesgo de sufrir dolor crónico en algún momento, explica la doctora Argelia Lara, médico especialista del Centro Oncológico de Médica Sur, quien enfatiza que por eso es necesario fortalecer las políticas públicas para brindar a los pacientes la atención que requieren.
En entrevista con Su Médico, la integrante del Comité de Expertos en Dolor Crónico, destaca que es necesario reconocer al dolor crónico no sólo como una condición médica más, sino como una prioridad en temas de salud pública que requieren atención, ya que afecta la vida de quienes lo padecen y ocasiona costos muy elevados.
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Asimismo, la doctora Lara Solares señala que otro de los desafíos es lograr que haya acceso equitativo a la gama completa de opciones de tratamiento, e incluso plantea que para lograrlo se complementen los sistemas de salud públicos y privados, de ser necesario, para generar una política pública integral.
Dolor crónico, uno de los grandes desafíos de la medicina
P: ¿En qué consiste justamente la medicina del dolor?
R: La medicina del dolor es una especialidad médica dedicada al estudio, al diagnóstico y al tratamiento integral del dolor en todas sus posibles variantes clínicas incluyendo, por ejemplo, dolor agudo, dolor crónico y dentro de este amplio campo del dolor crónico podemos dividirlo a su vez en dolor benigno es decir, no relacionado con el cáncer y dolor maligno o relacionado con algún tipo de tumoración.
El dolor crónico me parece que es muy importante subrayar que es un enorme desafío para la medicina contemporánea, porque es un tipo de padecimiento que puede durar meses, años o el resto de la vida del paciente. Uno lo dice con facilidad, pero pensar en una situación que ya no se va a resolver a largo plazo, y que esto es una realidad para muchos pacientes, tiene que ser algo muy duro de vivir, por lo tanto, vale la pena señalar que este es un problema importante que nos debería interesar mucho a todos.
P: Claro, porque además pues todos estamos expuestos a vivir dolor crónico en algún momento de nuestra vida, ¿no doctora?
R: Es uno de los grandes desafíos en el campo de la medicina y sobre todo porque ahora la expectativa de vida ha crecido, es decir, por estadística internacional ahora las personas viven más y esto nos expone a tener más enfermedades durante nuestra vida. Esto implica que muchas de ellas podrían estar relacionadas con formas de dolor crónico, así que la posibilidad de tener dolor ha aumentado justamente con el avance de la medicina contemporánea. Te diría también que el objetivo en medicina del dolor es minimizar, controlar, atenuar o desaparecer si es posible el dolor a través de un enfoque que es muy integral con estrategias farmacológicas, terapias, físicas o rehabilitadoras, manejo psicológico también y de esta manera podemos atender estas esferas que son muy diferentes, pero todas ellas se pueden ver comprometidas cuando hay dolor crónico.
Por eso es importante hablar de esta llamada medicina centrada en el paciente porque no para todas las personas es la misma necesidad de atención, algunas tendrán un componente mucho más predominantemente físico, pero otras también tendrán una afectación emocional, lo que se llama la tríada del dolor: por un lado ansiedad, depresión, por otro trastornos del sueño, así que hay personas que tienen todos estos problemas a la vez y por eso es muy importante reconocer que éste es un problema de salud pública a nivel internacional.
La buena noticia es que si tenemos innovaciones científicas para poder personalizar la atención y buscar no solamente aliviar el dolor hasta donde sea posible, sino también mejorar la funcionalidad y tener un impacto positivo desde el punto de vista emocional en los pacientes.
P: Entonces se recomienda acudir con un experto en dolor crónico como usted…
R: En general, lo que podemos decir es que todos los médicos incluyendo los médicos de primer contacto y los de diferentes especialidades tienen la formación básica necesaria para poder atender esta situación; sin embargo, sí puede haber algunos casos donde se salga de este común denominador y donde el tratamiento requiere otro tipo de habilidades y por eso es que tenemos esta especialidad. Así que en general nosotros atendemos pacientes que tengan dolor de difícil manejo o donde haya este tipo de matiz de refractariedad, es decir, cuando no ha habido una respuesta adecuada a un tratamiento previo.
Por ejemplo, el dolor agudo es el de corta duración y esto puede verse sobre todo en escenarios postoperatorios. Por otro lado está todo este gran campo que es el dolor crónico donde se incluyen muchas variedades de dolor.
Pondremos algunos ejemplos diferentes formas de artritis u osteoartritis fibromialgia, un tema muy importante sobre todo que ha cobrado relevancia en los últimos años dolor lumbar crónico, el gran capítulo de dolor neuropático y dolor musculoesquelético y yo creo que ahí sí, vale la pena enfatizar que hay ciertas categorías que a pesar de que no tienen relación con el cáncer sí pueden ser verdaderamente serias para quienes la sufren como sería el caso de la neuralgia.
Me parece que es amplísima la posibilidad de requerir en algún momento de la vida este tipo de manejo, así que creo que por eso vale la pena entender que es un problema de enorme trascendencia a nivel internacional.
En México, hay avances contra el dolor crónico, pero también desafíos
P: ¿Cuál es el balance que hace usted digamos de la atención en México?
R: Sí tenemos algunos avances importantes y esto tiene que ver también un poco con el contexto mundial, hacia dónde se ha ido progresando basándonos en la investigación, en los conocimientos de última generación y eso por supuesto también ha llegado a México pero es cierto que tenemos desafíos muy particulares. En cuanto a los avances podemos decir que, por ejemplo, en los últimos años a nivel internacional se reconoce cada vez más la importancia de hablar del manejo del dolor y de cómo el dolor crónico puede destruir la vida de las personas cuando no se atiende correcta y oportunamente, así que se sabe ahora que una atención adecuada es un aspecto fundamental para poder retornar a estas personas a su vida previa, a una vida productiva a una vida satisfactoria y que puedan vivir bien. Esto es en general que recuperen esta llamada calidad de vida, así que esto ha creado también en la población general una mayor conciencia de que es un tema importante que si llegan a tener una situación de este tipo, hay que buscar ayuda médica.
P: Con el objetivo de que el dolor crónico sea considerado como una enfermedad en sí misma en México, se creó en febrero pasado un Comité de Expertos en Dolor Crónico del que usted es integrante y me gustaría preguntarle, ¿por qué cree que es importante una iniciativa de este tipo?
R: A mí me parece fundamental tener este tipo de iniciativas en el caso de la conformación del Comité de Expertos en Dolor Crónico es bueno, me parece que es un esfuerzo conjunto para poder abordar un problema muy serio de salud pública. Esta iniciativa es relevante porque, número uno, reconoce al dolor crónico no sólo como una condición médica más, sino como una prioridad en temas de salud pública que requiere atención y que además ocasiona en muchos sentidos costos muy elevados para el que lo tiene que sufrir, para las pérdidas que implica para esta persona, para su familia, para su microeconomía, pero también en términos macroeconómicos está muy estudiado que el dolor crónico, sobre todo el que está mal manejado, pues tiene un impacto muy serio, incluso hasta en el producto interno bruto de algunos países por lo que implica en términos de pérdida de días de trabajo de productividad, el gasto que se hace.
P: Doctora, el objetivo de este comité también incluye poner el tema del dolor crónico en la agenda de las autoridades, que finalmente son los que toman decisiones y los que pueden colaborar en que se mejore la atención a los pacientes, ¿cuáles diría que son los temas principales que se tendrían que negociar con las autoridades?
R: Bueno, creo que pueden surgir muchas recomendaciones a partir de la integración de este comité, pero yo destacaría algunas que me parecen las más relevantes: número uno, reconocer oficialmente al dolor crónico como una condición de salud significativa, prioritaria, que es importante poner en la agenda de la discusión y que amerita la implementación de políticas públicas específicas y esto ya teniendo unos plazos para cumplirse en el futuro. Esto es para estar coordinados con todos los esfuerzos que se están haciendo también a nivel internacional. Por otro lado, promover la educación y la actualización del gremio médico me parece que es fundamental y es corresponsabilidad de las autoridades en salud poder fomentar y favorecer esta formación y esta constante actualización de las personas que trabajan dentro de estos sistemas de salud.
Por otro lado, también lograr este acceso equitativo a la gama completa de opciones de tratamiento. Esto sería, pues algo que perseguimos porque finalmente los que tratamos pacientes con dolor crónico sabemos que una gran mayoría van a responder, decíamos a medicamentos convencionales, pero existe un grupo donde el dolor se puede comportar como refractario y en esos casos necesitamos tener otro tipo de recursos, de herramientas de tecnología, por lo tanto tener toda esta gama de tratamientos incluyendo la terapia farmacológica, por supuesto, pero también el manejo intervencionista, terapias físicas y psicológicas disponibles y además la posibilidad de trabajar en conjunto tanto en instituciones públicas como privadas, sería el ideal que buscamos desarrollar estas políticas públicas en salud.
Es algo muy necesario, es algo que esperamos que ocurra en el futuro inmediato y que permita facilitar este enfoque multidisciplinario para el manejo del dolor crónico además en todos los niveles de atención. Finalmente, el objetivo es crear un entorno de atención que sea verdaderamente incluyente y que sea eficaz para poder tratar a las personas que tienen dolor crónico, que por cierto son millones de personas y que están esperando una respuesta eficaz completa integral y empática de todos nosotros.