Sin saberlo, muchas personas practican hábitos antihigiénicos en el hogar, lo que incrementa el riesgo de infecciones e impide que nuestro espacio se vea realmente limpio y ordenado. Existen muchos mitos respecto a los hábitos de limpieza, lo que puede confundirnos fácilmente.
Por ello, en este artículo te diremos los principales errores que cometes al limpiar tu hogar ya que lejos de ser algo bueno, pueden tener efectos contraproducentes.
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Seguro que este 2025, uno de tus propósitos es limpiar a profundidad tus espacios y mantenerlos así por mucho más tiempo. Pero antes de que apliques todos los consejos que lees, toma en cuenta esta información.
Hábitos antihigiénicos comunes que aplicas en el hogar
De acuerdo con la revista Cuerpo Mente, existen al menos cinco hábitos que, aunque parecen ser muy higiénicos, son todo lo contrario, pues nos ponen en riesgo de complicaciones de salud y no eliminan correctamente la suciedad.
- Abusar de la cantidad de productos que usas
Bien dicen que menos es más y en cuanto a la cantidad de productos de limpieza que usas no es la excepción. Y es que muchas veces pensamos que cuanto más usamos de cloro, limpiador o jabón, más limpio va a quedar, pero nada más alejado de la realidad que eso.
Aplicar demasiados productos químicos para limpiar es más caro y también puede causarte efectos negativos en la salud, como irritación de los ojos, la nariz, la garganta y la piel.
- Combinar varios productos de limpieza
Este es un clásico, pero hacerlo conlleva muchos riesgos, especialmente cuando se trata del cloro. Se cree que añadirlo a la rutina de limpieza junto con vinagre, agua caliente, jabón o bicarbonato de sodio puede potenciar los efectos desinfectantes, pero la realidad es que nos ponemos en riesgo de que se liberen gases tóxicos.
"La combinación de ciertos productos de limpieza genera compuestos altamente tóxicos que irritan las mucosas y membranas ocasionando quemaduras internas", dice el Instituto de Salud para el Bienestar.
En entrevista con SuMédico, el doctor Carlos Rius, profesor titular en la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirma que si vas a usar cloro en la limpieza, solo combínalo con agua a temperatura ambiente y si usas otros limpiadores, no lo mezcles con nada más.
- Olvidar limpiar tus utensilios
¿Cuándo fue la última vez que lavaste la escoba o el cepillo del escusado? Poner atención en la higiene de estos utensilios es fundamental para una limpieza adecuada. Así que asegúrate de lavar y desinfectar después de cada uso las esponjas, cepillos, escobas y trapos que usas en tu rutina de limpieza.
Si te saltas este paso, puedes generar una contaminación cruzada, es decir, redistribuir los gérmenes en tu hogar y favorecer el mal olor a pesar de limpiar.
- Olvidarte de limpiar ciertos objetos y superficies
Muchas veces, enfocamos demasiada energía en lavar espacios que creemos son los más sucios, como el inodoro, pero a veces hay objetos y superficies con más suciedad y que ignoramos por completo. Por ejemplo, el control de la televisión, el celular, las manijas de las puertas o las botellas reusables de agua, que han demostrado concentrar una gran cantidad de bacterias.
Así que haz un espacio en tu rutina para limpiar los objetos que tocas a diario y que pueden ser un foco de infecciones.
- No ventilar la casa
A veces no ventilamos la casa lo suficiente porque no queremos que se meta polvo o simplemente lo olvidamos, pero es fundamental que todos los días dejemos alguna ventana abierta para que circule el aire, incluso si hace mucho frío.
Especialmente es importante ventilar espacios como el baño, donde hay mucha humedad que puede causar crecimiento de moho en las paredes y mal olor. La cocina también debe dejarse ventilar para que no se acumulen aromas de alimentos y cochambre.
- No lavar almohadas y sábanas
Este error es muy común, ya que como no salimos a la calle con estas prendas y telas, creemos que no se ensucian. La realidad es que tanto las sábanas, como almohadas y pijamas acumulan muchas bacterias provenientes de células muertas de nuestro cuerpo, caspa, sudor, residuos de heces, ácaros de polvo y pelo de mascotas.
Así que procura cambiar y lavar las sábanas al menos cada 15 días, lavar tu pijama cada semana y tus almohadas cada tres meses máximos. No poner atención en la higiene de estos elementos de tu hogar puede causar alergias respiratorias, infecciones en la piel y un mal olor en la habitación.
- No hacer limpieza profunda
Las prisas y todos los deberes que tenemos pueden complicar que hagamos una limpieza profunda, donde podamos mover los muebles y limpiemos cada espacio de las habitaciones, pero es importante aplicar este hábito al menos una vez al mes para garantizar una correcta higiene del hogar.
De lo contrario, puede haber más probabilidad de plagas de cucarachas y hormigas, polvo acumulado en los rincones y hasta daño en el funcionamiento de algunos electrodomésticos o instalaciones del hogar por exceso de suciedad.
Aprovecha este inicio de año para hacer un cambio en tus hábitos de limpieza y logra tu objetivo de un espacio más ordenado y lindo.