Ya sea porque finalizaron vacaciones y se regresa a clases, o porque se acerca el final del verano, a muchas personas les da por hacer una especie de limpieza de fondo en su hogar. La cama es uno de esos lugares delicados porque se acumulan bacterias, por lo que es prioritario prestar atención al colchón, la ropa de cama y la limpieza de nuestras almohadas.
Así que si tus almohadas están algo amarillentas consecuencia del sudor, alístalas, porque con esta forma de lavarlas te podrías ahorrar comprar otras. Además, lavar almohadas es esencial para mantenerlas frescas, libres de ácaros y prolongar su vida útil.
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¿Cómo se lavan las almohadas?
De acuerdo con ABC Recreo, Bego, una experta en limpieza conocida como “La Ordenatriz” en redes sociales, compartió este truco de limpieza que puede dejar a tus almohadas como nuevas:
- El primer paso, señala, es dejar remojar la almohada durante 4 horas con el jabón normal de la lavadora. Transcurrido ese tiempo “se vacía la bañera y se vuelve a echar agua caliente y encima de las zonas amarillas percarbonato”. Tendrá que volver a actuar durante 4 horas.
- Después, solo hay que meter la almohada en la lavadora. “Con la mitad de detergente que pongamos habitualmente” en un programa de unas dos horas y media. Se trata, señala, de un truco útil puesto que es el que va a evitar “manchas futuras”. Además de que, “el truco vale también para las manchas amarillas que salen en la ropa guardada”.
- Ojo si tus almohadas son de viscoelástica. Con ellas no sirve porque no se pueden mojar. En su lugar habrá que seguir las instrucciones de la etiqueta y se puede seguir el mismo procedimiento que para limpiar los colchones del mismo material.
Otras consideraciones
Antes de lavar cualquier almohada, es fundamental leer la etiqueta de cuidado. Esto te indicará si la almohada es apta para lavadora, secadora, o si necesita limpieza en seco. Pues no es lo mismo lavar almohadas de plumas, que de viscoelástica o memory foam, o sintéticas (poliéster, microfibra).
Otro factor a tener presente, es que, lo ideal es lavar las almohadas cada 3 o hasta 6 meses para mantenerlas limpias y frescas. Mientras que, usar fundas protectoras de almohada, es útil para protegerlas de manchas como sudor y saliva, además de ácaros.
Finalmente, sacudir y esponjar regularmente las almohadas, ayudará a mantener su forma y distribución de su relleno. Así que ahora que ya sabes cómo mantener limpias, frescas y cómodas tus almohadas, manos a la obra. Además, recuerda, antes que nada, revisa su etiqueta, y si esta ya no está presente sólo define de qué material está hecha para proceder a la forma de lavado que le corresponde.
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