A la hora de hacer la limpieza, en especial la de la cocina, es recurrente que el horno de la estufa sea nuestro mayor enemigo, pues muchas veces los alimentos derraman grasa al calentarse que si no removemos al instante puede quedar pegada, dificultando su remoción tiempo después. Por fortuna, existe un truco sencillo que puede ayudarte a limpiarla con facilidad.
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Después de meses de hornear y asar, el horno de la estufa suele ponerse bastante sucio. En estos casos la comida se adhiere y se convierten en carbón, lo que provoca un olor a quemado al momento de querer cocinar de nuevo.
Es posible que más de una vez te hayas visto en esta situación y, si has sufrido limpiándolo, estos trucos sencillos te ayudarán a que no vuelva a suceder.
Trucos sencillos para limpiar el horno de la estufa
Lo ideal es limpiar rápidamente el horno de la estufa después de usarlo para evitar que el cochambre se pegue. Esto no solo ayudará a que el cochambre no se pegue, también puede ser fuente de caldo de cultivo de gérmenes y microorganismos, por ello, es esencial cuidar este electrodoméstico, detalla El mueble.
En caso de que no sea posible limpiar con tanta frecuencia el horno de la estufa existen varios métodos para limpiarlo con productos naturales que prometen resultados estupendos.
Cabe mencionar que debes usar siempre guantes de protección y asegúrate de eliminar bien cualquier resto de producto cuando termines para que no estropee tus alimentos cuando los cocines y no tengan olores extraños o desagradables.
- Limpieza con sal
La sal común es un producto ideal para limpiar el horno cuando no está demasiado sucio. Es uno de los métodos de limpieza más sencillo. Lo primero que tienes que hacer es sacar las bandejas del horno y verter medio litro de agua y 250 gramos de sal en un recipiente.
Después, esparce la mezcla por las paredes y la puerta interior del horno de la estufa y deja que actúe entre 15 y 20 minutos. Presta especial atención en posibles manchas o salpicaduras. Enjuaga las zonas con un paño húmedo para quitar los residuos. En caso de que queden malos olores diluye 250 gramos de sal en medio litro de vinagre y colócalo en un spray. Rocía y deja unos minutos actuar.
- Pasta de dientes y bicarbonato
En caso de que el horno de la estufa esté excesivamente sucio, podemos hacer una pasta mezclando dos cucharadas de agua con un vaso de bicarbonato. Para aplicarla solo tienes que poner un poco de pasta con bicarbonato en el estropajo y frotar suavemente. En las zonas con más grasa quemada e incrustada, deja que actúe durante unas horas o durante toda la noche.
Pasado ese tiempo la retiraremos frotando con un estropajo húmedo y si aún quedan algunos pegotes demasiado incrustados necesitaremos usar el rascador para vidrios. Para dar brillo a la superficie y retirar algún posible resto de usa vinagre blanco, detalla El Español.
Finalmente, repasaremos las superficies del interior del horno de la estufa con un paño seco que no suelte pelusas.
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