LAVAR TUS PIES

La ciencia revela para qué sirve lavar tus pies con sal y bicarbonato

Lavar los pies con sal y bicarbonato es una práctica viral en redes sociales pero ¿qué dice la ciencia al respecto? Descubre los beneficios reales, precauciones y recomendaciones respaldadas

Después de un día cansando, un buen baño de pies puede hacerte sentir mejor.
Después de un día cansando, un buen baño de pies puede hacerte sentir mejor. Créditos: Gemini
Escrito en VIDA SANA el

Después de un día cansado de trabajo nada como relajarse metiendo los pies en un poco de agua tibia pero ¿qué pasa si también incluyes sal y bicarbonato? Esta tendencia es muy popular y aunque para muchos solo sirve como un ritual relajante, hay evidencia de que puede tener otros beneficios en tu salud. Conoce todo al respecto. 

La sal y el bicarbonato son aliados para refrescar tus pies.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, tanto la sal como el bicarbonato tienen propiedades que ayudan a mantener la higiene de la piel y prevenir infecciones superficiales, como el pie de atleta

Por ello, lavar los pies en una mezcla de agua, sal y bicarbonato puede tener numerosos beneficios no solo para relajar tus pies, sino para mantenerlos hermosos y libres de infecciones incómodas.  

Solo debes asegurarte de realizarlo correctamente para que veas los efectos positivos en poco tiempo. Toma nota de la receta y cómo aprovecharlo al máximo.  

¿Qué beneficios tiene lavarse los pies con sal y bicarbonato? 

  • Ayuda a combatir hongos y bacterias

El bicarbonato de sodio tiene propiedades antifúngicas comprobadas. De acuerdo con un estudio publicado en la Revista de Dermatología Integrativa, el bicarbonato inhibe el crecimiento de hongos como Trichophyton rubrum, causante del pie de atleta.

"El bicarbonato de sodio ha demostrado su eficacia en el tratamiento de enfermedades dermatológicas como la psoriasis, el prurito acuagénico y las infecciones microbianas", detallan. 

Por su parte la sal (cloruro de sodio) actúa como antiséptico leve, ayudando a desinfectar la piel y reducir la proliferación bacteriana en los pies sudorosos o con mal olor.  

  • Neutraliza el mal olor 

¿No te quitas los zapatos por miedo a que juzguen el aroma? El mal olor en los pies está asociado a bacterias que descomponen el sudor. Al remojar tus pies con bicarbonato se neutraliza el pH ácido del sudor, reduciendo este proceso. Además de ello, estudios del American Academy of Dermatology señalan que mantener la piel seca y limpia es clave para evitar olores y hongos.  

El mal olor de los pies alerta infecciones. 
  • Suaviza durezas y callosidades

Lavar o remojar tus pies en agua tibia con sal y bicarbonato ayuda a ablandar la piel gruesa o áspera, permitiendo una mejor exfoliación. Esto es útil para personas con callos o talones agrietados, lo que se puede complementar con el uso de piedras pómez o limas especializadas que remueven todas las impurezas fácilmente.  

  • Alivia el cansancio y mejora la circulación

El agua tibia mejora la vasodilatación, favoreciendo la circulación en pies hinchados o fatigados, especialmente tras jornadas prolongadas de pie o caminando mucho. De acuerdo con la Clínica Mayo, este tipo de baños pueden tener un efecto relajante beneficioso para el sistema nervioso periférico. Puedes añadir a la mezcla unas gotas de aceite esencial para potencializar el efecto relajante. 

¿Cómo preparar un baño de pies con sal y bicarbonato?

  • Llena un recipiente con agua tibia (entre 36–38?°C).
  • Agrega 2 cucharadas de sal de grano y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio.
  • Añade unas gotas del aceite esencial de tu preferencia si así lo deseas.  
  • Remueve hasta disolver completamente.
  • Sumerge los pies durante 15 a 20 minutos.
  • Seca bien, especialmente entre los dedos, y aplica crema hidratante.
  • Este baño puede realizarse 2 o 3 veces por semana, evitando la frecuencia diaria para no resecar en exceso la piel. 

Precauciones si tienes pie diabético 

Aunque lavar los pies con bicarbonato y sal puede ser útil como cuidado de rutina, este método no reemplaza tratamientos médicos para infecciones fúngicas severas, úlceras en diabéticos o enfermedades dermatológicas crónicas.

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK) advierte que las personas con diabetes deben evitar baños que puedan provocar resequedad o quemaduras leves, y consultar a su médico antes de emplear estos métodos. 

Lo mejor es que si tienes diabetes, mantengas en control tus niveles de glucosa y revises tus pies todos los días en busca de heridas o úlceras que no sanen. Acude de inmediato al médico en cuanto lo detectes y sigue todas sus recomendaciones de cuidado.  

Otros casos en que debes evitar este tipo de baño casero 

  • Al tener heridas abiertas o úlceras en los pies.
  • Si padeces dermatitis activa o eccema severo. 
  • Si tienes síntomas persistentes como mal olor, dolor o descamación excesiva que no mejoran. 

En cualquiera de estas situaciones, lo más recomendable es acudir a un dermatólogo o podólogo certificado para que haga la evaluación y te recomiende un tratamiento adecuado.  

Tomarte el tiempo de lavar tus pies con sal y bicarbonato puede ser un aliado útil en el cuidado básico de los pies, ofreciendo limpieza, relajación y prevención de problemas comunes. Solo recuerda que debe aplicarse con criterio y nunca como reemplazo de atención médica profesional, especialmente si tienes diabetes o problemas de la piel.  

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