Mantener el peso ideal es importante para mantener una buena salud, sin embargo, hay razones sorprendentes por las que podrías estar subiendo de peso sin darte cuenta y a continuación, te las decimos.
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Si empiezas a comer mal o dejas de hacer ejercicio, no debes sorprenderte por subir de peso, sin embargo, hay ocasiones en las que puedes comer bien y hacer ejercicio y aun así aumentar unos kilitos, ¿por qué sucede esto? Quédate a descubrirlo.
Las razones sorprendentes por las que podrías subir de peso
Estos son algunos malos hábitos que tienes en tu día a día y que pueden causar que subas unos kilitos de más:
- No dormir bien
Hay dos problemas en juego con el sueño y el aumento de peso. En primer lugar, si te quedas despierto hasta tarde, es más probable que estés comiendo algo de comida a altas horas de la noche, lo que significa más calorías.
La otra razón tiene que ver con lo que sucede en tu cuerpo cuando estás privado de sueño. Los cambios en los niveles hormonales aumentan el hambre y el apetito y también hacen que no te sientas tan lleno después de comer.
- Estrés
El estrés constante eleva los niveles de cortisol, una hormona que puede contribuir al aumento de peso, especialmente en la zona abdominal. Además, el estrés puede llevar a comer emocionalmente, lo que muchas veces se traduce en un mayor consumo de alimentos ultraprocesados.
- Consumo excesivo de edulcorantes artificiales
Si bien los edulcorantes artificiales no contienen calorías, algunos estudios sugieren que pueden alterar la microbiota intestinal y aumentar los antojos de alimentos dulces, lo que podría contribuir al aumento de peso a largo plazo.
- Deshidratación
No beber suficiente agua podría hacer que tu cuerpo confunda la sed con el hambre, llevándote a comer más de lo necesario. Además, el agua es fundamental para el metabolismo y la quema de grasa, por lo que su falta podría ralentizar la pérdida de peso.
- Deficiencia de ciertos nutrientes
La falta de vitamina D, hierro o magnesio puede afectar tu metabolismo y provocar fatiga, lo que podría llevarte a reducir la actividad física y aumentar la ingesta de alimentos energéticos.
- Microbiota intestinal desequilibrada
Un intestino con un equilibrio alterado de bacterias puede influir en la absorción de nutrientes y en la regulación del peso corporal. Factores como una dieta alta en ultraprocesados, el uso frecuente de antibióticos y el estrés pueden afectar el microbiota y favorecer el aumento de peso.
- Comer rápido y sin atención
Si comes demasiado rápido o mientras estás distraído, es probable que no percibas las señales de saciedad a tiempo, lo que te llevará a consumir más calorías de las necesarias.
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