¿Para qué sirve lavarse la cara con agua y sal?

Probablemente has escuchado sobre los beneficios de lavarte la cara con agua y sal. Pero, ¿realmente funciona este método para cuidar tu piel? Sí, tiene sus ventajas, pero también ciertos riesgos que debes conocer antes de incorporarlo a tu rutina de skincare.

¿Cuáles son los beneficios del agua y sal para la piel?

Desde la antigüedad, el agua salada ha sido utilizada por su capacidad para limpiar y desinfectar la piel. Esto es debido a que la sal actúa como exfoliante mecánico, lo que ayuda a remover células muertas, suavizar la piel y reducir el exceso de grasa.

De acuerdo con el dermatólogo certificado Snehal Amin, consultado por Healthline, la sal también tiene propiedades osmóticas, lo que significa que puede absorber toxinas y eliminar impurezas. Además, su uso regular (pero controlado) puede ayudar a minimizar la apariencia de los poros y dejar la piel más limpia y radiante.

Este método resulta más beneficioso para personas con piel grasa o propensa al acné, pues la sal ayuda a equilibrar la producción de sebo y a mantener los poros despejados. Sin embargo, es importante aclarar que este no es un tratamiento para el acné en sí mismo y debe complementarse con otros productos adecuados.

Los riesgos de lavar tu cara con agua y sal

Si estabas a punto de reemplazar tu limpiador facial de uso diario por una solución salina, ¡no lo hagas! Los dermatólogos advierten que este método debe usarse con moderación. La doctora Azadeh Shirazi señala que el agua salada en exceso puede ser abrasiva y secar la piel, lo que compromete su barrera natural y empeora condiciones como el acné o la irritación.

Es importante señalar que el agua salada casera no tiene los mismos beneficios que el agua de mar natural, que contiene minerales como magnesio, calcio y potasio, difíciles de replicar en una mezcla casera. Por esa razón, si tienes piel sensible, seca o con condiciones como eczema, mejor evita este método y consulta antes con tu dermatólogo.

Cómo usar agua y sal de forma segura

Si decides intentar el agua con sal, aquí te dejamos algunos consejos para hacerlo:

• Usa sal marina fina. Este tipo de sal contiene minerales beneficiosos y es menos agresiva que la sal de mesa.
• Prepara la solución correctamente. Mezcla dos tazas de agua hervida con una cucharadita de sal marina. Deja que se enfríe antes de usarla.
• Evita frotar la piel. Aplica la solución con un algodón o un spray y limpia suavemente.
• No abuses. Limita su uso a una o dos veces por semana para evitar resequedad o irritación.
• Hidrata después. Aplica una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel después de usar agua salada, para contrarrestar cualquier efecto de resequedad.

Aunque puede ser una opción económica y accesible para mejorar la apariencia de tu piel, no es un sustituto para productos formulados profesionalmente. Si tienes problemas específicos como acné persistente o sensibilidad, lo mejor es que busques la orientación de un dermatólogo certificado.

Recuerda que el agua con sal puede ser un complemento ocasional en tu rutina de cuidado, pero no debe reemplazar los métodos probados y seguros.

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