Una infección vaginal o vaginosis bacteriana, informa Secretaría de Salud, ocurre cuando microorganismos, como bacteria, hongos o parásitos que no forman parte habitual de la flora vaginal. Esto provoca un desequilibrio entre las bacterias saludables y las bacterias dañinas. Entre los síntomas más comunes están el ardor, comezón, inflamación, dolor, flujo abundante o mal olor.
Para prevenir las infecciones vaginales es necesario implementar hábitos de higiene en la zona íntima que comprenden a la vulva y la vagina. ¿Cuál es la diferencia entre la vulva y la vagina? ¿Cuáles son los hábitos de higiene que deben llevarse a cabo? ¿Qué hábitos de higiene en realidad son mitos? Son algunas de las preguntas que resolveremos en esta nota para reducir los riesgos de malestares a lo largo de tu vida.
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En México, aproximadamente el 30% de las consultas ginecológicas que se brindan son por infecciones vaginales, pues por lo menos una vez en la vida, las mujeres y personas con vulva han padecido alguna de ellas. Estas suelen presentarse entre los 20 y 45 años donde los síntomas suelen ser aumento de la secreción vaginal, comezón, ardor y molestias para orinar, reporta la Secretaría de Salud.
¿Qué cuidados de higiene requiere la vulva?
Antes de adentrarnos a la higiene de la zona íntima, es necesario entender la diferencia entre vagina y vulva. De acuerdo con Planned Parenthood, la vagina es un conducto que conecta la vulva con el cervix y el útero. Para identificarla, es el lugar donde entra la copa menstrual, los tampones y los juguetes sexuales. La vagina es elástica y se expande durante la excitación en la intimidad.
Por otra parte, la vulva se refiere a los órganos genitales externos. Tiene más de una estructura y se confunde con la vagina, pero está formada por el monte púbico, el clítoris, los labios, la abertura uretral, la abertura vaginal y el perineo. Aunque la vagina y la vulva se confunden, están unidas y forman parte de la zona íntima, detalla Clínica Abortos. Para realizar una higiene de la zona íntima, Bayer recomienda:
- Realizar una limpieza diaria: desde delante hacia atrás. El motivo es para no contaminar la zona vaginal con posibles bacterias las cuales proceden de las heces
- Evitar esconder los olores naturales de la zona íntima, pues esto podría desarrollar una infección grave o causar irritación. En caso de que el olor sea incomodo, lo necesario será acudir con un especialista
- Evitar los lavados vaginales, especialmente cuando se utilizan guantes de fibras sintéticas que transmiten con facilidad cualquier tipo de gérmenes, estos lavados deberán llevarse a cabo sólo con prescripción médica
- Limpiar adecuadamente tu zona íntima antes y después de tener relaciones, así como orinar para prevenir otras infecciones vaginales
- Optar por algodón en la ropa interior, pues otro tipo de tejidos impiden la transpiración y retienen la humedad, facilitando la aparición de gérmenes
“La vagina es pirolítica, se limpia sola y tiene su propia microbiota. Es autosuficiente y tiene la capacidad de regularse sin ayuda”, menciona Lorena Serrano, especialista en Ginecología y Obstetricia para Infosalus.
La especialista añade que la para la higiene de la vulva sólo se necesita agua para limpiar y separando un poco los labios en la ducha. Para los restos de sudor y de orina la persona puede lavar el pubis, las ingles, los labios mayores o la zona perianal intentando evitar la entrada de la vagina y la parte interna de los labios menores, pues son zonas sensibles al tratarse de mucosas.
(Con información de la Secretaría de Salud, Planned Parenthood, Clínicas Abortos, Bayer, Infosalus)