Tomar tu bebida directamente de la lata puede ser poco higiénico y perjudicial para la salud. Luis Riviera, director técnico y tecnólogo de los alimentos de la consultora SAIA argumenta que es menor verter el líquido en un vaso.
Así que si eres de los que cree que solo con limpiar la lata con tus manos o una servilleta está libre de cualquier suciedad, te damos razones para no volver a hacerlo y mejor tomar un vaso.
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¿Por qué no es tan bueno solo limpiar las latas?
En muchas ocasiones las latas pueden estar sucias por contaminación del ambiente o por el contacto con animales, dejando restos de excremento en ellas.
Sin embargo, ¿Qué pasa si solo limpiamos la lata con la mano o con una servilleta y sorbemos de ella? Aunque muchas personas acostumbran hacer esto porque piensan que de ese modo quitarán la suciedad, no es del todo cierto.
Esta acción quita la suciedad visible, pero no elimina las bacterias que podrían estar pegadas a la lata y que, además, podrían haberse extendido por otras zonas del recipiente al limpiarlo.
Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de alimentos y autor del Blog Gominolas de petróleo, explica que lo correcto, antes de beber directamente de la lata, sería limpiarla con detergente alimentario.
A su vez, el director técnico de la consultora SAIA, de acuerdo con la La Vanguardia, señaló que, aunque beber directamente de la lata no suponga un gran riesgo a la salud, sí puede producir una intoxicación debido a la suciedad que pueda pegarse a la superficie del recipiente.
Las latas pueden contener sustancias nocivas
Otra razón para no beber directamente de una lata-—explicaron un grupo de médicos en el programa de televisión The Doctors en 2017—, es que los envases procedentes de supermercados, expendedoras y estaciones de servicio pueden tener bacterias como la E.coli, la cual puede causar diarrea, enfermedades respiratorias o neumonía.
De igual forma, uno de los componentes hallados tanto en latas de bebidas como de conservas, es el bisfenol A. Esta sustancia ha sido retirada del mercado de Estados Unidos y Canadá tras una serie de investigaciones.
La Unión Europea lo prohibió en la fabricación de biberones para bebés, aunque aún se sigue usando en el recubrimiento de las latas de metal donde se colocan alimentos y bebidas.
Pese a que aún no hay investigaciones suficientes para conocer cuáles son los efectos dañinos que causa el bisfenol A, (sustancia química industrial que se utilizaba para fabricar ciertos plásticos y resinas desde los años cincuenta, de acuerdo con Mayo Clinic), por ahora solo se sabe que puede afectar al sistema hormonal y endocrino, y también ser desencadenante de diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad.
Por estas razones, es importante que enjuagues tus latas con agua y jabón y viertas el contenido de ellas de preferencia en un vaso.
(Con información de Mayo Clinic, The Doctors)