Nuestro organismo necesita las vitaminas para funcionar de manera adecuada, por lo que no es de sorprender que si nos falta alguna de ellas podríamos tener algunos problemas. En el caso de la vitamina D, ¿qué pasaría si no tenemos suficiente?
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Una vitamina muy útil para el cuerpo
La vitamina D, explica la Oficina de Suplementos Alimenticios de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), es un nutriente esencial para la salud, ya que participa en diferentes funciones y partes del cuerpo, como los huesos y los músculos.
Esta vitamina, que se obtiene por medio de la luz del sol, también es considerada una pro-hormona, que puede tener un papel importante en el sistema inmunológico, participando principalmente en las reacciones de inflamación o de combate a agentes que pueden resultar nocivos para la salud.
La principal función de la vitamina D, eso sí, es la de mantener huesos fuertes, pues contribuye a que el calcio y el fósforo se absorban en el intestino, para posteriormente ser incorporados a los huesos y ayudar a que sean fuertes y densos (proceso llamado mineralización), refiere el Manual MSD.
Es por esta razón que, si bien la vitamina D no puede prevenir o evitar las fracturas, sí puede reducir el riesgo de sufrirlas si se toma la cantidad diaria recomendada; lo que sí es posible que prevenga es la osteoporosis (enfermedad donde los huesos se vuelven débiles y delgados).
Además, contribuye en la función de los músculos, ya que la vitamina D es requerida para poder cumplir con la función del movimiento; y, por si fuera poco, también puede ayudar a mejorar la transmisión nerviosa del cerebro al resto del cuerpo.
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¿Qué puede pasar si no tenemos suficiente vitamina D?
Normalmente la carencia de vitamina D es muy frecuente, y suele ser resultado de la poca exposición a la luz solar, principalmente en adultos mayores o personas que deben estar confinadas y realizan pocas actividades al exterior.
Es la luz solar al contacto con la piel lo que produce la mayor cantidad de vitamina D en el organismo, y si bien esta también puede obtenerse por medio de alimentos de origen natural, estos no pueden proporcionar la cantidad suficiente como para prevenir un déficit de la vitamina, indica el Manual MSD.
Cuando existe una carencia de vitamina D, pueden presentarse síntomas como debilidad, dolores musculares y/o de huesos, sin importar la edad.
Pero además, cuando en nuestro organismo hay poca vitamina D, también pueden desarrollarse enfermedades y problemas de salud como:
- Osteomalacia (reblandecimiento de los huesos).
- Raquitismo (enfermedad en niños pequeños donde el cráneo es blando, hay un crecimiento anormal de los huesos, y hay un retraso en el desarrollo).
- Hiperparatiroidismo.
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La falta de vitamina D también puede resultar en inflamación crónica
Un estudio reciente , publicado en la Revista Internacional de Epidemiología, encontró que cuando existían bajos niveles de vitamina D, era posible detectar la existencia de inflamación crónica en el organismo.
La investigación, que contó con participantes de instituciones Australianas y de Reino Unido, consistió en realizar un análisis genético (randomización Mendeliana), en el que se miden las variaciones en genes para poder examinar una función-causa efecto de un proceso.
En los resultados del estudio, llegó a encontrarse que cuando existían bajos niveles de vitamina D, como efecto resultado había un aumento de la proteína C reactiva (CRP), un indicador de inflamación en el cuerpo.
Si bien la inflamación es considerada un proceso de curación o protección de algunos órganos, si esta se vuelve crónica, podría dar pie al desarrollo de enfermedades complejas, como problemas cardíacos, enfermedades autoinmunes y diabetes tipo 2.
Los investigadores concluyen que, si una persona sufre de inflamación crónica, dosificar o aumentar la dosis de vitamina D podría ser útil para tratar el estado crónico de inflamación; además, también podría ser utilidad para poder reducir el riesgo o gravedad de las enfermedades que tienen componentes de inflamación.
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¿De dónde se puede obtener la vitamina D?
Medline Plus indica que la vitamina D se puede obtener de tres formas diferentes:
- Por la piel (la exposición a la luz solar).
- Los alimentos
- Suplementos alimenticios.
Los expertos recomiendan que la mejor manera de obtener la vitamina D necesaria, es exponerse al sol, de 5 a 15 minutos al día, por al menos 3 veces a la semana. Según indica el Manual MSD, podría bastar con exponer los brazos y las piernas, el rostro, o los brazos y las manos.
Hay alimentos que naturalmente podrían aportar vitamina D, y estos pueden ser:
- Pescados (principalmente grasos, como el atún o el salmón).
- Hígado de res.
- Queso.
- Yema de huevo.
- Hongos.
La leche y otros productos lácteos, los cereales, el jugo de naranja y bebidas de soja, explica Medline Plus que usualmente pueden estar fortificados con vitamina D, por lo que podrían contribuir un poco en el aporte de este nutriente.
(Con información de: Manual MSD, Medline Plus, National Institutes of Health Office of Dietary Supplements, International Journal of Epidemiology.)