El pasado 22 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS), comunicó que lamentaba que la salud menstrual no formara parte de las conferencias internacionales, y que tampoco se incluya dentro de las metas de los Objetivos de Desarrollo sostenible.
Para remediar esa situación, la OMS realizó un comunicado para solicitar que la menstruación sea considerada como una situación de salud, que puede tener impactos en las personas, y que debe ser considerada por los gobiernos de cada país.
(foto: pexels)
OMS pide que la menstruación se considere tema de salud
Recientemente la Organización Mundial de la Salud, ha solicitado que la menstruación sea considerada como un tema de salud, no de higiene, que involucra también a los derechos humanos.
Según la organización, también es necesario que la menstruación sea vista como una situación que sigue un curso a lo largo de la vida y que no solo se presenta en un momento específico, por lo que sugiere que se trate desde antes de la primera menstruación (menarquia), hasta después de la menopausia, considerando sus aspectos físicos, sociales y psicológicos.
La OMS indica que los gobiernos deben actuar en favor del mejoramiento de la situación para las mujeres, no solo en cuanto a la posibilidad de acceder a productos menstruales, ya que si bien es aplaudible que algunos gobiernos bajen el impuesto a los productos menstruales, y otros se han propuesto a entregarlos de forma gratuita a personas que lo necesitan, aún hay trabajo qué hacer.
{"field1":"“Deberían hacer escuelas, lugares de trabajo e instituciones públicas que apoyen el manejo de la menstruación con comodidad y dignidad. Más importante aún, deberían normalizar la menstruación y romper el silencio que la rodea. Finalmente, en el contexto de lo que está sucediendo en Etiopía, Ucrania y otros lugares, los gobiernos deberían incluir una atención a la menstruación como parte de una respuesta más amplia de Salud Sexual y Reproductiva en aquellas personas desplazadas debido a la guerra o calamidades naturales\", pronuncia la OMS.","field2":""}
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¿Qué significa la salud menstrual?
Para la OMS, la salud menstrual representa que las mujeres y niñas en todo el mundo, puedan contar con acceso a información y educación en relación a la menstruación, así como a los productos menstruales necesarios.
Esta misma idea se compagina con la premisa de la UNICEF, que indica que el concepto de salud menstrual debe abarcar otros factores que no dependen netamente de la mujer, como el acceso a agua segura y limpia.
La OMS agrega que también debe ofrecerse la posibilidad de tener atención competente por parte de los equipos e instituciones médicas cuando sea necesario.
De igual manera señala que la menstruación debe ser vista como algo positivo, eliminando estigmas, considerándolo algo saludable y natural, sin razones para avergonzarse, ya que esto permitiría que las niñas y mujeres puedan desenvolverse en un entorno de seguridad y confianza.
Por otro lado, la UNICEF agrega que la salud menstrual permite visualizar a la menstruación como un ente que se relaciona con otros aspectos, como el bienestar general, la igualdad de género, la educación, e incluso el empoderamiento de niñas y mujeres adolescentes.
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¿Qué significa que ya no sea un tema de higiene, pero sí uno de salud?
El término “higiene” proviene del griego “hygieinós”, que al mismo tiempo se deriva de Hygiea, la diosa griega de la salud y la prevención.
Así pues, en la salud pública, la higiene se refiere a un conjunto de conocimientos y técnicas que se aplican para controlar los efectos negativos contra la salud de factores específicos. Dé forma ejemplificada, el lavarse las manos es un proceso donde se aplica la higiene, ya que se tiene como intención eliminar virus y bacterias para prevenir enfermedades infecciosas.
Este cambio propuesto, significa entonces que la menstruación comenzaría a visualizarse como una situación que requiere o puede requerir la intervención del personal y autoridades de salud, comprendiéndola como un algo completo y complejo, y que no es resultado de factores específicos, y que genera necesidades que deben ser satisfechas, como pasa con otras situaciones de salud (como la diabetes o la hipertensión, donde se necesitan medicamentos para el tratamiento).
Además, este cambio de perspectiva representa que se entendería que la menstruación es un proceso, obviamente no prevenible, y que debe ser tratado como una situación que puede verse beneficiada o perjudicada por todo lo que lo rodea, por lo que las leyes y reglamentos de cada país y las instituciones, deben modificarse en beneficio de esta.
(Con información de: Infosalus, El Financiero, UNICEF, Clinic Cloud)