El consumo de alcohol es una práctica ritual y social común en la sociedad mexicana, pero no está exenta de riesgos. Con el paso de los años, el cuerpo cambia y la forma en que procesa el alcohol ya no es la misma, lo que incrementa el impacto negativo en órganos como el hígado, el corazón y el cerebro, especialmente en adultos mayores y menores de edad.
No existe una edad obligatoria para dejar de beber, pero cada vez más estudios coinciden en que a partir de cierta edad los riesgos aumentan de forma significativa, incluso con consumos considerados moderados (una copa de vino en el almuerzo o una cerveza durante el partido).
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El neurólogo estadounidense Richard Restak advierte que, pese a su apariencia inofensiva, el consumo regular de alcohol puede generar riesgos para la salud a largo plazo. El especialista es autor de más de veinte libros sobre el cerebro y ha estudiado cómo preservar la lucidez y el bienestar cognitivo durante el envejecimiento.
Por ello, en Sumédico te contamos la edad perfecta para dejar de consumir alcohol, según las investigaciones de Restak.
¿Por qué debemos dejar de tomar alcohol?
A medida que envejecemos todos los seres humanos, nuestro metabolismo se vuelve más lento y el cuerpo pierde agua, lo que hace que el alcohol se concentre más en la sangre.
Los adultos mayores metabolizan el alcohol más lentamente, lo que incrementa su efecto y el riesgo de efectos adversos. Además, con la edad es más común el uso de medicamentos, muchos de los cuales interactúan negativamente con el alcohol.
En personas de la tercera edad, incluso cantidades moderadas de alcohol se asocian con mayor riesgo de caídas, hipertensión, fibrilación auricular y daño hepático. Por ello, muchos especialistas recomiendan reducir drásticamente o suspender el consumo a partir de esta edad.
Para Restak, la edad perfecta para dejar de consumir alcohol es antes de los 70 años. El temor a enfermedades asociadas al deterioro cognitivo en esta etapa de la vida es especialmente alto entre los adultos mayores. Según un estudio publicado en The Lancet, hasta un 40% de los casos podría prevenirse mediante estilos de vida saludables, mientras que factores como el tabaquismo, la obesidad y el consumo de alcohol contribuyen a acelerar la enfermedad.
En otras palabras, el alcohol en adultos mayores aumenta el riesgo de:
- Caídas
- Fracturas
- Deterioro cognitivo
- Interacciones medicamentosas
- Enfermedades del hígado
- Arritmias y eventos cardiovasculares
En este grupo, el consumo regular de alcohol no se considera seguro, incluso en dosis bajas. Dejar el alcohol no es un castigo, sino una decisión de autocuidado, especialmente conforme pasan los años. Escuchar al cuerpo y adaptarse a sus cambios es clave para una vida más larga y saludable.
Nunca es tarde para reducir el consumo, pero cuanto antes se haga, mayores serán los beneficios.
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