¿Cada cuánto se deben lavar las cobijas y cómo hacerlo bien?

El fin de año ya está aquí y con ello, las noches con bajas temperaturas que nos obligan a poner más cobijas para estar calientitos ¿Sabes cada cuánto se deben lavar las cobijas? Tal vez nunca piensas en ello y las lavas en cuanto termina la temporada de frío, pero eso es un error y aquí te decimos por qué.

Las cobijas son difíciles de lavar porque suelen ser pesadas, lo que complica maniobrar con ellas, además de que tardan mucho en secar.

Esto puede hacer que no lavemos tan seguido las cobijas, además de que creemos que como no tienen contacto directo con nuestro cuerpo gracias a las sábanas, no se ensucian tanto. Sin embargo, es fundamental lavarlas con la frecuencia adecuada para evitar problemas de salud.

Te damos las claves para lavar las cobijas fácilmente y cada cuánto es lo ideal para mantener el bienestar y el de tu familia.

Lavar las cobijas ¿Cada cuánto?

Aunque no lo parezca, las cobijas pueden acumular una gran cantidad de suciedad debido a que nos cubrimos con estas todas las noches, así que pueden acumular desde piel muerta, hasta sudor, secreciones y pelo de mascotas.

Si no las lavamos con la frecuencia adecuada, pueden tener malos olores por la acumulación de bacterias y ácaros. 

Esto no solo hará que tu casa se perciba sucia, también afecta tu salud, ya que se pueden presentar reacciones alérgicas tanto en la piel como respiratorias, especialmente si ya tienes problemas como dermatitis, asma o alergias.

Por ello, es fundamental lavar las cobijas con frecuencia pero ¿cada cuánto es lo ideal? Se recomienda hacerlo al menos dos veces por año, según recomienda la Asociación Alemana de Limpieza, aunque duermes con tus mascotas o ya tienes problemas de alergias o en la piel, debes hacerlo más seguido,

En esos casos lo ideal es lavar las cobijas por lo menos cada tres meses, siempre y cuando coloquemos ropa de cama como sábanas entre nuestro cuerpo y las cobijas. Si eso no ocurre, debemos lavar las cobijas como mínimo cada mes.

Por su parte, las sábanas se deben lavar cada 15 días porque están en contacto directo con nuestro cuerpo durante muchas horas y acumulan células muertas y ácaros que se alimentan de éstas, según advierte un artículo de la BBC Mundo.

Así que, aunque tu cama se vea limpia, puede tener mucha suciedad, por lo que es indispensable ponerle atención a la limpieza constante.

¿Cómo lavar las cobijas fácilmente?

Una razón por la que algunas personas prefieren no lavar tan seguido las cobijas es que es muy pesado hacerlo, pero con algunos consejos, puedes lograrlo en casa. 

Primero asegúrate de tener una lavadora con la suficiente capacidad para soportar el peso del edredón, recuerda que una vez que esté mojado, se vuelve mucho más pesado de lo normal.

Si llenas demasiado la lavadora puedes arruinar el motor y los tejidos de las cobijas, además de que se pueden formar manchas desagradables porque el jabón no puede circular de forma correcta por toda la cobija durante el lavado. 

Procura usar un detergente suave y poner la lavadora en un ciclo delicado para que no se dañen las telas por los movimientos bruscos.

Si las cobijas tienen manchas, lo mejor será añadir productos como vinagre blanco o bicarbonato de sodio, ya que tienen propiedades ideales para ayudar a remover suciedad impregnada o difícil, además de que quitan malos olores.

Puedes usar agua caliente, sobre todo si sospechas de una plaga de chinches o si duermes con tu mascota, así te aseguras de eliminar cualquier organismo que pudiera habitar en tus cobijas sin que te des cuenta.

Evita mezclar la ropa de cama con tu ropa de uso diario, especialmente ropa interior, así no se mezclará la suciedad y tendrás mejores resultados de limpieza. 

Si usas máquina para secar las cobijas, lo ideal es que sea en un modo suave para no dañar los tejidos, aunque lo mejor es ponerlas a secar al sol para garantizar que se eliminen todas las bacterias gracias a la desinfección de los rayos UV.

Asegúrate de que las cobijas estén completamente secas antes de colocarlas en la cama o guardarlas, ya que, si queda un poco de humedad, favoreces la aparición de hongos, moho y bacterias que causan malos olores y manchas desagradables. 

También procura que entre aire fresco a tu cuarto todos los días, para que no se acumule la humedad y la ropa de cama se ventile bien.

Ya lo sabes, lavar las cobijas con la frecuencia adecuada es fundamental para mantener tu casa limpia, sentir más confort al dormir y prevenir problemas como alergias o enfermedades en la piel.

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