Utilizar leche materna para alimentar a los bebés es posible, incluso si eres una madre ocupada o que requiere de mayor flexibilidad; para lograrlo, puedes apoyarte de congelar la leche, un método que permite extender su vida útil. A continuación te contamos cuáles son las claves para congelar y descongelar correctamente la leche materna.
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Conservar la leche materna
Para que un bebé obtenga la nutrición necesaria, lo ideal es que consuma leche materna, y no leche de fórmula, pues esta tiene grandes propiedades y nutrientes que serán útiles para su crecimiento y su salud.
En muchos casos será necesario extraer y guardar la leche materna para poder procurar la alimentación del bebé, y existen algunos métodos que serán útiles para conservar mejor las vitaminas y grasas que puede aportar:
- En el refrigerador: se debe conservar en una temperatura de 4°C o menos.
- En el congelador: la temperatura debe ser de -18°C cuando máximo.
También es posible que se conserve en la temperatura ambiental, pero debes considerar que solo puede mantenerse útil durante un período de hasta 4 horas, siempre y cuando se mantenga a una temperatura de mínimo 25 grados, explica el CDC.
Lo mejor, eso sí, es darle al bebé la leche recién extraída, ya que de esta manera la leche tiene menor riesgo de tener bacterias, y tiene niveles más altos de antioxidantes, vitaminas, grasas.
Congelar la leche materna, consejos para hacerlo
Congelar la leche materna es posible, y se trata del método que permite un tiempo de almacenamiento mucho más largo, alcanzando hasta seis meses a una temperatura de -18°C.
La Asociación Americana de Pediatría dice que este método es el más recomendado si la leche materna no se utilizará durante las primeras 24 horas luego de su extracción.
Para conservar adecuadamente y de forma más segura la leche materna, Medela informa que debes seguir los siguientes pasos:
- Extrae la leche procurando completa seguridad para evitar contaminación y formación de bacterias.
- Congela la leche extraída lo más pronto posible.
- Guarda en porciones pequeñas, en envases o bolsas especialmente diseñadas para ello, con tapas que se ajusten bien, y que estén libres de plásticos BPA; también revisa que estén diseñados para usarse en el congelador.
- No llenes los recipientes o bolsas a más de tres cuartos de su capacidad, porque la leche materna se expande al congelarse.
- Etiqueta la leche o márcala, de esta manera la podrás usar de la manera adecuada, sin que los tiempos pasen.
- Ubica la leche en la parte posterior del congelador, sin que toque las paredes, para que se mantenga a una temperatura constante.
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También debes tener cuidado al descongelar
Tener cuidado a la hora de descongelar la leche materna es tan importante como saber congelarla de manera correcta, ya que esto evitará que se vuelva riesgosa para el consumo de tu bebé, así como la pérdida de sus nutrientes esenciales.
Los expertos recomiendan que, a la hora de descongelar la leche materna, consideres los siguientes puntos:
- Nunca dejes que se descongele a temperatura ambiente, pues podrías incrementar los riesgos de que crezcan bacterias y se vuelva poco segura para el consumo del bebé.
- Para descongelarla, lo idóneo es que la coloques en el refrigerador por 12 horas, o bajo el chorro del agua templada, jamás caliente.
- La leche materna descongelada no se puede mezclar con leche que esté a temperatura corporal o ambiental.
- Evita usar el microondas al descongelarla, ya que no se calentará de forma uniforme y podría quemar a tu bebé.
- Una vez que la leche materna ha sido descongelada y ya está a temperatura ambiente, debes usarla en un período de máximo dos horas, tras las cuales deberás desecharla si no la utilizas.
- Si la mantienes en el refrigerador, la leche materna descongelada puede mantenerse ahí durante máximo un día completo.
- Esta leche descongelada jamás la debes volver a congelar.
(Con información de: Medela, American Academy of Pediatrics, Mayo Clinic, Centers for Disease Control and Prevention. )