La siesta es una costumbre muy sana en niños, ya que le aporta diversos beneficios al organismo. Además del sueño nocturno, durante los primeros años de vida se acostumbra dormir en el día y hoy te diremos en qué momento se deja esta costumbre.
Cuando nace un bebé duerme casi todo el día. Un recién nacido llega a dormir casi 20 horas al día y conforme pasa el tiempo sus necesidades de sueño van variando, pero alrededor de los 4 meses y hasta casi el año de vida, el niño puede dormir de 12 a 16 horas diarias y hará dos sientas durante el día, una por la mañana y otra por la tarde.
¿En qué momento los niños dejan de dormir su siesta?
Como lo acabamos de mencionar, aproximadamente hasta el primer año de vida, el bebé dormirá dos siestas al día, una será por la mañana y otra por la noche y la duración variará pero en promedio es de una a tres horas. Conforme el niño crece, la necesidad del sueño se reduce y se elimina una siesta, quedando generalmente con la de la tarde.
Es fundamental que sepas que las necesidades de sueño son diferentes en cada niño, pero generalmente los niños dejan de dormir la siesta entre los tres y los cinco años de edad.
A los tres años la mayoría de los niños empiezan a asistir al kínder y muchos van a la guardería desde antes y aunque en muchos lugares tienen una hora destinada para la siesta, es posible que los niños poco a poco vayan dejándola.
Dejar la siesta no es algo que va a suceder de un día a otro. Habrá días que querrá hacer la siesta y otros en el que no la tomen por algún plan de rutina o por hacer otra actividad.
Si ves que tu bebé no toma la siesta y está muy irritado, procura que siga tomándola a su hora o adelantarla.
Por lo general los bebés dejan de tomar la siesta a los tres años, pero como ya lo dijimos antes, cada niño es diferente y no te debe preocupar si deja de tomarla antes o después de esta edad.
(Foto: Especial)
La importancia de la siesta en los niños
Dormir bien es fundamental para el desarrollo del niño, tanto a nivel físico como cognitivo y emocional. Para un bebé dormir de día es muy importante.
Dormir la siesta supone grandes beneficios para los niños: les permite estar más tranquilos, menos irritables, más sociables, más atentos y les ayuda a asimilar mejor lo que van aprendiendo en el día a día.
Especialistas atribuyen que la siesta ayuda a reducir la hiperactividad, la ansiedad y la depresión en los niños. Además, no dormir la siesta en la infancia está asociado a una conducta más impulsiva, a una disminución en la capacidad e interés por el aprendizaje, así como a tener pesadillas durante la noche.
Si tu hijo no quiere tomar siestas no debes forzarlo. Pero asegúrate de que tenga un momento en el día de tranquilidad.
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(Con información de: Kids Health y Bebés y más)