CRIANZA

Los 3 estilos de crianza más dañinos, según la psicología

¿Identificas alguno de estos métodos de crianza? Nunca es tarde para reconocerlos y comenzar formar niños seguros, responsables y emocionalmente sanos

Algunos padres lo hacen sin darse cuenta, pero estos métodos de crianza pueden tener un impacto negativo en sus hijos o hijas
Estilos de crianza dañinos.Algunos padres lo hacen sin darse cuenta, pero estos métodos de crianza pueden tener un impacto negativo en sus hijos o hijasCréditos: Canva
Escrito en SOY MAMÁ el

Criar a un hijo o hija es una de las tareas más desafiantes y significativas de la vida. Aunque no existe un método perfecto para la crianza, sí hay algunos que pueden tener consecuencias positivas o negativas. Hay padres y madres que adoptan estos últimos con buenas intenciones o debido a sus circunstancias personales, pero su impacto psicológico en los niños puede ser significativo.

La crianza autoritaria puede provocar baja autoestima y dificultades para expresarse.
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Si es tu caso, lo primero que debes saber es que nunca es tarde para reconocer tu estilo de crianza y cambiarlo si es necesario. Criar hijos o hijas es un aprendizaje constante, y por eso hoy exploraremos los estilos de crianza con el mayor impacto negativo, de acuerdo con Psychology Today.

Los 3 estilos de crianza más perjudiciales

1. Crianza autoritaria

Este estilo se caracteriza por una baja calidez y un alto nivel de control sobre el comportamiento del niño. De acuerdo con el Journal of Cognitive Psychotherapy, la crianza autoritaria se enfoca en la disciplina estricta y la obediencia, dejando poco espacio para el diálogo o la expresión emocional.

En la práctica, este enfoque implica imponer reglas inflexibles sin explicaciones y aplicar castigos severos ante cualquier falta. Por ejemplo, un padre autoritario podría establecer un toque de queda sin excepciones, sin considerar circunstancias específicas como actividades escolares.

Las consecuencias de este estilo pueden incluir baja autoestima, dificultades para expresarse y establecer límites saludables en el futuro. Además, los niños criados bajo este enfoque pueden desarrollar ansiedad, perfeccionismo extremo o rebeldía como respuesta a la falta de autonomía.

2. Crianza permisiva o "Laissez-Faire"

La crianza permisiva se caracteriza por un alto nivel de calidez y afecto, pero con expectativas y límites mínimos. Según Group Dynamics, los padres permisivos tienden a asumir el papel de amigos en lugar de figuras de autoridad, evitando imponer reglas o consecuencias por el mal comportamiento.

Un ejemplo de esto sería permitir que un niño se acueste a la hora que quiera, incluso en noches escolares, o ceder ante berrinches en público ofreciéndole recompensas para calmarlo. A largo plazo, esta falta de estructura puede generar problemas de autodisciplina y dificultades para diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto.

Los niños criados bajo este estilo pueden desarrollar un sentido de derecho excesivo, asumiendo que el mundo siempre se adaptará a sus necesidades. Además, pueden experimentar dificultades para manejar la frustración y adaptarse a entornos que requieren disciplina y responsabilidad, como la escuela o el trabajo.

3. Crianza no involucrada

Según el Journal of Child and Family Studies, la crianza no involucrada otorga un alto grado de libertad, pero con poca participación o apoyo emocional por parte de los padres. Aunque los niños pueden recibir lo básico en términos de alimento y refugio, la falta de conexión emocional puede ser devastadora.

Este estilo puede deberse a diversas razones, como largas jornadas laborales o dificultades personales de los padres. Sin embargo, su impacto en los niños puede traducirse en sentimientos de abandono, baja autoestima y dificultades para formar relaciones seguras en la adultez.

Los niños criados en entornos emocionalmente desapegados pueden experimentar soledad extrema, problemas académicos y una mayor propensión a conductas de riesgo. Según un estudio de Cureus de 2022, esta falta de orientación y afecto puede derivar en problemas emocionales como depresión y ansiedad.

La clave está en un equilibrio entre afecto, estructura y guía.
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La crianza no es una ciencia exacta, pero es fundamental reconocer los estilos que pueden ser perjudiciales para el desarrollo infantil. Crear un equilibrio entre afecto, estructura y guía es clave para formar niños seguros, responsables y emocionalmente sanos.

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