La intimidad juega un papel clave en las relaciones de pareja, sin embargo, hay algunas personas que piensan más en este acto que otras y a continuación, te diremos a qué se debe.
Hay personas que son más sexuales que otras y ellas suelen sentir un deseo más intenso y también más constante por tener intimidad que otras y esto tiene una explicación del por qué sucede.
¿Por qué algunas personas piensan más en la intimidad que otras?
Un estudio realizado por el Massachusetts Institute of Technology, encontró que el 7% de las mujeres y el 10% de los hombres tienen dificultad para controlar sus impulsos íntimos, una cifra que parece estar aumentando.
Ante esta tendencia, Gregory Brown de ASPS science quiso descubrir qué es lo que pasa por la mente y el cuerpo cuando se tiene ganas de intimidad, y por qué algunas personas piensan más en esto que otras.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el deseo de intimidad no es propio de los órganos sexuales, sino del cerebro, órgano en el que se lleva a cabo el procesamiento de información visual o sensorial que provoca deseo a nivel neuronal, para después manifestar excitación en el cuerpo que se puede presentar mediante sudor, endurecimiento de la piel y en muchas de las veces en una erección.
Después, inicia un procesamiento más racional del estímulo, en el cual la persona decide si hará algo para satisfacer ese deseo o si lo dejará pasar, aquellos que piensan más en intimidad suelen tomar acciones al respecto.
Las hormonas son las culpables de que muchas personas piensen más en intimidad que otras
Las hormonas son las culpables de que muchas personas piensen más en intimidad que otras y es que después de todo, pese a que los procesos de excitación y sexualidad son neuronales, estos están en codependencia con las hormonas, como la testosterona o el estrógeno, presente en mujeres y hombres, que entre muchas de sus funciones también determinan el deseo de intimidad.
La norepinefrina y la dopamina también son hormonas que influyen en pensar en intimidad y se asocian también con efectos como la pérdida de raciocinio, la reducción en la consciencia, el aumento de la relajación y la energía entre otras sensaciones que se pueden vincular a la intimidad y la forma en que se siente durante estos encuentros.
El portal de GQ indica que los efectos de la excitación son muy similares a nivel hormonal y neuronal que los que ocurren cuando se siente el placer por el consumo de alguna droga, llevando a algunas personas a volverse adictas a la intimidad.
En conclusión, las hormonas son las encargadas de que muchas personas piensen más en intimidad que otras, este no es ningún problema, siempre y cuando no se vuelva una adicción.
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