Tener ganas de intimidad al mismo tiempo que tu pareja es algo que muy pocas veces sucede, especialmente cuando ya llevamos mucho tiempo en la relación ¿Qué hacer cuando no tienes el mismo nivel de deseo que tu pareja? Te damos las claves avaladas por expertos.
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Definitivamente, sentarse a esperar que ambos sientan las mismas ganas de tener intimidad no es la solución, hay que saber llegar a acuerdos y buscar nuevas formas de conectar.
Al principio de la relación, un simple beso o el roce de la piel podía ser suficiente para encender la pasión y que disfrutaran de un encuentro placentero, sin embargo, conforme avanza la relación, ese deseo ya no está tan sincronizado.
No te preocupes, esto no significa el fin de la relación, existen muchas formas de hacer que las cosas funcionen y que incrementen las posibilidades de tener intimidad.
¿No tienes el mismo nivel de deseo que tu pareja? Esto debes saber
De acuerdo con un artículo de Psychology Today, hay al menos 5 cosas que debes tomar en cuenta cuando notas que ya no hay el mismo nivel de deseo entre tú y tu pareja:
- No te lo tomes personal
Este es un gran error y que podría afectar seriamente la relación. Aunque es normal que te sientas rechazado, no lo veas así, la falta de interés en el sexo no siempre se trata sobre la pareja o el nivel de atracción que sienten.
Muchas veces, esto se ve modificado por factores como las deficiencias hormonales o hasta problemas físicos y emocionales. Así que lo mejor es tener empatía por la otra persona y no subestimar lo que siente. Pregúntale qué le está afectando, pero de forma tranquila y respetuosa, no como reclamo.
- Pon atención a las pequeñas cosas
Cuando la mujer es quien tiene un deseo más bajo, es importante que su pareja analice si está fomentando una relación donde se sientan cercanos emocionalmente y esto incluye hacer cosas que sean importantes para la pareja, como pasar más tiempo juntos, dividirse las labores de casa o preguntar sobre su día.
Este tipo de actos de amabilidad pueden ser la clave que les falta para reactivar la intimidad, así que asegúrate no solo de fomentar la cercanía física, sino también la emocional.
- Evita las quejas
Es común que cuando el hombre es el que tiene menos deseo que la mujer, ellas se quejen constantemente, lo que apaga todavía más el deseo. Puede que el hombre acceda a tener encuentros cuando se lo piden, pero el apego emocional irá apagándose con ello.
Deja a un lado las críticas hacia tu pareja, sé amable y mejor halaga aquello que te guste de tu pareja, no estés a la defensiva. Recuerda que si solo haces presión para que tu pareja “cumpla”, más se alejará y se sentirá molesta.
Habla de lo que sientes, de cómo podrían llegar a un punto medio, explicando con calma las diferencias en sus necesidades y expresar tu desesperación, sin amenazas ni reclamos, solo asegurarte de que sabe cómo te está afectando la situación.
- Enfóquense en lo que funciona
Seguro que hubo momentos en la relación en que la vida sexual era mucho más pasional, así que la clave es identificar qué era distinto en esa etapa más allá de la química del principio que los hacía estar más interesados en la intimidad y tratar de replicar algunas de esas condiciones.
Una de las cosas más importantes en este caso es hacerse tiempo para conocer las necesidades del otro en lugar de solo discutir sobre lo que les falta y estar dispuestos a recrear algunas situaciones que antes les permitían estar juntos íntimamente.
- Hazte responsable de tu deseo
No siempre tu pareja tiene que atender todas tus necesidades, claro que será muy especial que juntos puedan disfrutar, pero también tienes que responsabilizarte por tus deseos y de vez en cuando encargarte tú mismo.
Es normal que las parejas tengan diferencias en su deseo y que por más que hagan el esfuerzo de estar en sintonía no lo consigan todo el tiempo. Es en estos momentos en que puedes satisfacer tus necesidades por medio del autoplacer, así que no sientas culpa.
Claro, si tu forma de hacerte responsable es teniendo una aventura entonces sí causarás un daño irreversible en tu relación, porque aunque te da satisfacción inmediata, te aleja cada vez más de tu pareja.
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