En el momento de la intimidad, las personas utilizan caricias, juegos o besos para crear el deseo, sin embargo, tienden ser utilizadas como herramientas para llegar al coito, práctica que ha sido limitada a penetración. Cuando se consigue el objetivo, la pasión termina. No hay más energía, no hay más placer, no hay más relación. Esto puede provocar insatisfacción en las personas o llevar a la cotidianidad. Si te ha pasado esta situación, conoce al ‘coitocentrismo’.
El coitocentrismo es la interpretación de que las relaciones íntimas no están completas si no hay penetración o se guían en busca de ello, informa Telva. Al no explorar otras alternativas de deseo y placer, ha limitado la interacción entre personas. Si quieres conocer cómo impacta esto en tus relaciones íntimas o cómo cambiarlo para encontrar nuevas formar de placer, continúa leyendo esta nota. Cabe destacar que para una buena relación, será necesario preguntar a la otra persona sus gustos.
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¿Cómo afecta el coitocentrismo a las relaciones íntimas?
Psicología y Mente menciona que dicha práctica ha sido fomentada a lo largo de la historia debido a que las relaciones íntimas se han encaminado hacia la fecundación y reproducción humana, otorgando relevancia al coito. Otro punto cosiste en la desigualdad continúa entre hombres y mujeres. El hombre es visto como la persona que constantemente busca el placer y por ello es quien lo da, mientras la mujer lo recibe. Aunque esta ideología pareciera no repercutir, ACIMUT destaca datos sobre investigaciones:
- 86.80% de mujeres heterosexuales no logran el orgasmo en las relaciones con penetración
- 45.15% de las mujeres heterosexuales alcanzan el placer mediante la estimulación del clítoris
- 24.37% de mujeres heterosexuales han experimentado placer a través del coito y la estimulación del clítoris
El coitocentrismo también repercute en personas que tienen alguna disfunción a causa de miedo, ansiedad, consumo de sustancias, niveles hormonales, problemas de salud mental, detalla Planned Parenthood. Cecilia Bizzotto, socióloga, menciona a Vozpopuli lo siguiente:
“Nuestra cultura ha fundamentado el orgasmo, genitales y coito. Creemos que si estos tres elementos no están involucrados, no hay actividad íntima o es insuficiente. Reduciendo cualquier práctica a la penetración”
Una práctica para reducir el coitocentrismo es el petting. Práctica que consiste en potenciar las caricias, miradas seductoras, relación cuerpo con cuerpo, roces, masajes, juegos de rol, disfraces y juguetes, permitiendo a las parejas tener un repertorio de posibilidades debido a que no hay pasos para seguir, explica Webconsultas. Esta práctica puede ser llevada entre parejas heterosexuales y no heterosexuales, ampliando el espectro de la intimidad y el disfrute. Clarín identifica otras prácticas que te ayudarán a reducir el coitocentrismo y salir de la monotonía:
- Tickling: realizar cosquillas para generar más tensión con la ayuda de plumas, algodoncitos, cintas, etc.
- Fingering: jugar con el cuerpo utilizando caricias, masajes o presión en diferentes zonas
(Con información de Telva, Psicología y Mente, ACIMUT, Planned Parenthood, Vozpopuli, Webconsultas, Clarín)