Regalos, atención, preocupación, cariño, apoyo, seguridad, confianza. Día con día podemos dar algo de nosotros hacia otras personas con el fin de hacerles sentir ese amor que sentimos por ella. Aunque no hay nada de malo en ello, poco a poco nos damos cuenta de que no todas las personas ponen la misma dedicación que estamos invirtiendo. ¿Será que somos una persona que da todo?
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Identificar si eres una persona que da demasiado puede ser un proceso revelador y, a menudo, complicado. Muchas veces, quienes tienen una inclinación natural a ayudar a los demás pueden hacerlo de manera desinteresada, lo que en principio parece admirable. Sin embargo, cuando la generosidad se convierte en un patrón de comportamiento que afecta tu bienestar emocional, físico o mental, es importante reflexionar sobre tus motivaciones y límites.
Reflexionar sobre estas experiencias y cómo te hacen sentir puede ayudarte a comprender mejor tu comportamiento y, eventualmente, establecer límites saludables que te permitan seguir siendo generoso sin comprometer tu propio bienestar.
¿Qué caracteriza a una persona que lo da todo?
1. Actitudes reveladoras
¿Cómo se ven esas personas ante los demás cuando brindan atención constante? Esta es la pregunta que se hace Psychology Today, pues las personas pueden sentir una sensación de suficiencia u orgullo al dar demasiado. Esto puede revelar una identidad o personalidad formada orgullosamente en torno a tales donaciones excesivas. Aunque hacer algo por las demás personas nos puede hacer sentir bien, basar nuestras experiencias placenteras en ello puede perjudicar.
2. Aversión a la dependencia
Según Psychology Today, otra señal de las personas que dan demasiado puede ser una tendencia hacia la dependencia emocional, psicológica, física, entre otras. A quienes dan demasiado no les gusta recibir atención de otros, especialmente cuando quieren corresponderles y cuidarlos. Sienten que recibir envía un mensaje de que son débiles y deficientes. Cuando puede ser señales de agradecimiento de aquello que sienten otras personas por ellas.
3. Baja autoestima
Psychology Today añade otra señal de quienes dan demasiado experimentan una alta autoestima cuando dan a los demás. Cuando no dan de manera satisfactoria o cuando aceptan la ayuda de los demás, albergan una baja autoestima. Sienten y creen que el cuidado es para los demás, no para ellos. Por ello, algunas personas pueden estar dando más y más por una persona que puede no valorarlo.
4. Tienen dificultades para decir ‘no’
Para dar demasiado no sólo se necesita querer hacerlo, sino hacerlo. En ese hacerlo las personas pueden sacrificar ciertos aspectos personales y tener la dificultad de decir una palabra: no. Mundo Psicólogos informa que las personas que son complacientes tienen ciertas dificultades para negarse a realizar favores o peticiones de los demás, incluso si hacerlo les perjudica.
5. Miedo a ser juzgados
Mundo Psicólogos finaliza esta serie de señales de personas que dan demasiado al recordar un punto: las personas que suelen ser complacientes suelen presentar miedo a ser juzgadas. La complacencia también puede ser el resultado de un temor a ser juzgado/a por los demás. Este miedo también puede ser una señal de padecer de fobia social y dependencia por la opinión de las demás personas.
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