RELACIÓN DE PAREJA

Síndrome del compañero de piso ¿cómo afecta tu relación?

Las parejas que son más compañeros de piso que una pareja, suelen tener proyectos en común, como la crianza de los hijos o una hipoteca que pagar, pero eso es lo único que los une

Vivir juntos puede deteriorar la relación sino cultivamos la intimidad en pareja.
Vivir juntos puede deteriorar la relación sino cultivamos la intimidad en pareja. Créditos: Canva
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Después de varios años de relación, es posible que las cosas se enfríen en una pareja, que disminuya la pasión y hasta la intimidad, pero no debe desaparecer por completo, de lo contrario, se puede experimentar el síndrome del compañero de piso. Te decimos qué es y cómo afecta tu relación.  

En psicología, se conoce como síndrome del compañero de piso a la dinámica en la que las parejas viven juntas, pero ya no comparten uno de los factores más importantes y necesarios en una relación sana: la intimidad

Las parejas que se encuentran en esta situación, pueden llevarse muy bien y tener una convivencia sana, sin embargo, ya no sienten interés por las relaciones íntimas o hasta por tener muestras de amor y deseo, como los besos apasionados, las caricias o dormir abrazados.

Simplemente comparten el mismo espacio, cuidan de los hijos y se hacen cargo de las necesidades del hogar, pero ya no se comportan como una pareja, sino como simples compañeros de piso, de ahí el nombre de este síndrome.

¿Cómo afecta el síndrome del compañero de piso a la relación?

De acuerdo con el portal especializado Psicología y Mente, el síndrome del compañero de piso puede identificarse fácilmente al buscar las siguientes señales en la relación de pareja

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  • Viven juntos, se llevan bien pero ya no hay pasión 

La principal característica del síndrome del compañero de piso es que la pareja vive en la misma casa y tiene una buena relación, se tienen respeto y cordialidad, la pasan bien juntos, pero ya no hay deseo

Esto, aunque parece bueno, puede hacer difícil hacer frente al problema, ya que se cree que porque no hay discusiones, todo está bien en la relación, cuando en realidad falta la intimidad y ya no son una verdadera pareja. Además, puede ser difícil romper con la relación y terminan simplemente acostumbrándose a la situación. 

  • Tienen proyectos en común

Las parejas que ya son más “roomies” que una pareja, suelen tener proyectos en común, como un negocio juntos, la crianza de los hijos, el pago de la hipoteca o cuentas bancarias en común, pero eso es lo único que los une, ya no hay un vínculo íntimo. 

Esos proyectos además hacen difícil que puedan separarse, así que la pareja termina normalizando el hecho de que ya no tengan intimidad y solo vivan juntos

  • Priorizan a los hijos 

Priorizar a los hijos y olvidarse de la pareja es una de las principales razones por las que se da el síndrome del compañero de piso, pues solo se pone atención a las necesidades de los hijos y a la crianza, dejando de lado las citas de pareja y las oportunidades de tener intimidad. 

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En lugar de tener tiempo de pareja, donde hablen sobre sus sentimientos, deseos y necesidades, solo abordan temas de los hijos y prefieren pasar tiempo con ellos que hacer algo juntos. Esto poco a poco apaga la llama de la pasión hasta el punto de extinguirla. 

  • Todo es rutinario

Cuando en la pareja todo es rutinario y les gana la monotonía, puede ser el inicio del síndrome del compañero de piso, pues todo se vuelve repetitivo y se pierde la conexión con la pareja. Solo hay tareas que cumplir y no momentos espontáneos que les den emoción y profundice la unión.

Esto poco a poco deteriora la relación hasta que se vuelven simples compañeros de piso, sin ningún vinculo de intimidad.

  • Falta de comunicación 

Muchos problemas en la pareja surgen porque no se habla honestamente sobre las necesidades y sentimientos, lo que erosiona la convivencia y puede dar pie a rencores y frustración. Es normal que entre dos personas que viven juntas se den diferencias y hablar sobre ello es clave para conservar el vínculo y fortalecerlo.

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Mientras menos hablen de lo que sienten o les inquieta, se van convirtiendo en desconocidos que solo comparten la misma casa, pero no tienen una conexión emocional.

¿Te identificas con alguna de las señales del síndrome de compañero de piso? Es momento de hablar con tu pareja sobre el problema para encontrar juntos la mejor solución. El apoyo de un profesional en terapia de pareja siempre puede ser una opción cuando sienten que no pueden avanzar. 

(Con información de Psicología y Mente)