Este próximo 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro por recomendación de la Federación Mundial de Neurología. Cada año se le coloca un lema al respecto de la gran computadora del cuerpo humano, en este 2023 el lema es: “El Cerebro y las Emociones”.
El lema queda como anillo al dedo con la evolución que se ha tenido en el avance del conocimiento del sistema nervioso en los últimos años. Para nadie era difícil reconocer que el cerebro era el foco de los órganos de los sentidos, de la motricidad, del equilibrio, de la memoria y de las funciones intelectuales… pero ¿También existen centros de control y regulación de las emociones en el sistema nervioso central?
El cerebro y las emociones
En el centro del cerebro se encuentra lo que podría llamarse el lóbulo de las emociones, que se conoce como sistema límbico. Comienza por ser un lugar de registro de los sitios más primitivos que tienen que ver con las sensaciones básicas, el dolor, la ira, la ansiedad, el miedo y el placer. Mismos que por vecindad tienen fuertes conexiones con áreas de los sentidos como el olfato, y los centros de asociación y reunión de múltiples sensaciones, donde se conjunta la información del oído, de la vista y de las sensaciones.
El siguiente punto de la carretera tiene que ver con el hipocampo, el gran bibliotecario de las memorias del organismo. Hay que darle contexto a estas primeras carreteras neurológicas, nuestras reacciones básicas tienen gran relación con lo que siento y con lo que detecto a mi alrededor y en mis situaciones y que obligadamente me evocan sentimientos y pensamientos que he aprendido a lo largo de mi vida. Por todo esto y por razones de supervivencia, nuestro cerebro requiere hacer memorias de cosas peligrosas y que ponen en riesgo la vida para siempre tenerlas en mente.
Posteriormente se hace el siguiente relevo a nivel del hipotálamo y la hipófisis. Los grandes generadores y modulares de la función del sistema nervioso autónomo, el que controla las respuestas de todas las vísceras y sobre todo de cuando estamos sometidos a estrés o complicaciones que requieren modificaciones de estos elementos para poder estar en control y adaptarnos a las situaciones de la vida.
Los mejores ejemplos son la sensación de vacío en el estómago por las emociones y hasta las “mariposas” en el abdomen al estar enamorados. Así mismo, se encargan de los niveles de todas las hormonas del cuerpo, las tiroideas, las derivadas de cortisona y las de funcionamientos sexual, con sus efectos derivados en todo el cuerpo.
Esta ruta se produce por medio de un remanente de corteza cerebral que se quedó dentro de la subcorteza con la única función de servir de puente de comunicación entre todos los núcleos que ya comentamos y la corteza prefrontal izquierda, la misma que es responsable, de captar la información, analizarla, juzgar y tomar decisiones para poder ejecutarlas de una manera efectiva. Ojo, también y es super necesario, tomamos decisiones en nuestras emociones.
Esta inmersión en el sistema límbico tiene como efecto el que este 22 de julio recuerden que es el Día del Cerebro y hay que pensar en nuestras emociones.