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Las autolesiones, directamente asociadas a la ansiedad

El 1 de marzo se conmemora el día mundial de la concientización sobre las autolesiones ¿sabes por qué son comunes en los adolescentes?

Escrito en OPINIÓN el

Este primero de marzo se conmemora el día mundial de la concientización sobre las autolesiones y es muy pertinente el que podamos hacer algunas acotaciones al respecto de este tema muy preocupante para los padres de adolescentes.

Hay que mencionar rápido algo contundente: autolesionarse no quiere decir atentar contra la vida. Ya con esto desahogamos más de la mitad de la bomba que significa el encontrarnos con uno de estos casos en nuestra vida.

De igual forma, no corresponde a una forma rudimentaria de llamar la atención de la familia y de los núcleos de apoyo que están alrededor de un joven. Definitivamente lo que más nos angustia como padres es que lastimar su propio cuerpo represente un connato de base más trascendental y de un probable episodio de intento de suicidio.

No por esto no debemos de tomar este tema con seriedad y de ser diligentes en que se tiene que revisar y evaluar la salud mental de nuestro hijo.

¿Qué significa que un adolescente se haga autolesiones? 

En el momento actual, estos episodios se encuentran muy relacionados al control de la ansiedad. Previo a la pandemia, y más con los fenómenos derivados del confinamiento, la prevalencia de los cuadros de ansiedad, por decir lo menos, se incrementó al doble en sus presentaciones.

Los adolescentes difícilmente pueden identificarla, más allá del malestar que les presenta, no le saben dar nombre, menos la relacionan con alguna causa y, por lo tanto, son muy ineficaces en generar herramientas para resolverla.

Ante estas fallas en el reconocimiento de las emociones, el poder ser asertivos y comunicar a los padres el malestar para trabajar en equipo para solucionarla es casi una misión imposible.

La ansiedad puede mejorar si le proporciono placer a mi cerebro, algo que jale a mi mente lejos de estar pensando de forma repetida en el estímulo que le generó esta sensación. Pero, entonces, ¿qué pasa cuando no puedo idear una forma efectiva para descargarla?

Ahí es donde surge el muy intricado mecanismo de la autolesión.

¿Por qué las autolesiones dan una sensación de alivio? 

La ansiedad prende las alarmas del cerebro sobre una potencial emergencia, que puede ser superada en atención por otro estímulo aún más desgastante y peligroso.

Romper mi piel, lastimarla, quemarme, rasguñarme, o incluso, llegar al punto de golpearme repetidamente, hace que las neuronas de las sensaciones se enfoquen ese sitio y dejen por un rato en paz el centro de la ansiedad.

 

Este es un mecanismo inefectivo pero rápido para recuperar el control de mis emociones.

El punto tramposo es que este atajo en el control del malestar es muy temporal, la ansiedad regresa eventualmente, casi siempre el mismo día o al día siguiente, a lo que se agrega la sensación de culpa y vergüenza por la autolesión, lo cual definitivamente empeora el cuadro en general, muchas veces ocasionando un círculo vicioso, que en muchos casos termina por hacerse un mal hábito.

El trabajo importante está en que el control de la ansiedad, se convierta en el foco para de la evaluación y manejo de nuestro adolescente; y así hacer la correcta traducción de un síntoma muy espectacular, en el trasfondo correcto y en el tratamiento efectivo.