La inflamación estomacal puede ser un padecimiento crónico para muchas personas en la actualidad, hasta los memes son comunes de la panza chelera, los ositos llenos de gases o el perrito gordito.
La hinchazón abdominal y los calambres son molestias frecuentes que pueden aparecer después de comer. La mayoría de los casos no son graves, pero sí afectan la calidad de vida de cualquier paciente. Estos síntomas suelen relacionarse con el consumo de ciertos alimentos que producen exceso de gas, retienen líquidos o irritan el sistema digestivo.
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Si eres una persona delicada con estos padecimientos, lo mejor es que evites estos alimentos, especialmente antes de irte a dormir. Spoiler: el exceso de sal, las bebidas carbonatadas, los alimentos procesados y la intolerancia a la lactosa son condiciones que pueden agravar la sensación de inflamación abdominal.
7 alimentos que NO debes consumir para la inflamación
1. Legumbres
Los frijoles, las lentejas y los garbanzos son muy nutritivos, pero ricos en oligosacáridos, un tipo de carbohidrato difícil de digerir que fermenta en el intestino, provocando gases e hinchazón. Las legumbres caen mejor en la panza con remojarlas y cocinarlas bien para reducir este efecto.
Las legumbres son semillas de plantas grandes, carnosas y coloridas. Por ello, aumentan los gases.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, "Las legumbres son uno de los alimentos más consumidos en el mundo y considerando sus ventajas nutricionales, se propone sensibilizar a la opinión pública para que formen parte de una producción de alimentos sostenible encaminada a lograr la seguridad alimentaria y la nutrición".
2. Bebidas carbonatadas
Los refrescos y aguas con gas contienen dióxido de carbono, que se acumula en el sistema digestivo y causa sensación de distensión abdominal.
Además, puede causar eructos o reflujo en el descanso nocturno, por lo que no es recomendable consumirlas en la cena.
3. Lácteos en personas con intolerancia a la lactosa
Leche, quesos y helados pueden provocar dolor, diarrea y calambres en quienes carecen de la enzima lactasa. La intolerancia a la lactosa es común en adultos y suele ser diagnosticada por especialistas en nutrición.
De acuerdo a Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, un mexicano en promedio bebe 131.4 litros de leche de vaca al año.
4. Verduras crucíferas
Por ejemplo, el brócoli, col, coliflor son ricas en fibra y vitaminas, pero contienen rafinosa y azufre, compuestos que producen gases al digerirse, generando calambres e hinchazón en la zona del abdomen.
En palabras del diario argentino La Nación, "La hinchazón abdominal y los cólicos suelen estar relacionados con la forma en que ciertos alimentos se digieren. Muchos contienen azúcares y fibras fermentables que no se absorben del todo en el intestino delgado".
5. Alimentos ultraprocesados
Botanas, embutidos (jamón, salchicha y queso de puerco) y comidas rápidas favorecen la retención de líquidos y la inflamación abdominal por su alto contenido de sal y aditivos.
Los alimentos ultraprocesados son formulaciones a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos, contienen aditivos que dan color, sabor o textura para intentar imitar a los alimentos. Estos productos están nutricionalmente desequilibrados y contienen conservadores importantes.
6. Endulzantes artificiales
Presentes en chicles y productos “sin azúcar”, pueden llegar al colon sin digerirse completamente, donde fermentan y generan gases.
7. Frituras y comidas con alto contenido graso
Las grasas ralentizan el vaciamiento gástrico, lo que aumenta la sensación de pesadez, inflamación y en algunos casos dolor abdominal.
Llevar un registro de alimentos puede ayudar a identificar los detonantes personales y facilitar un plan de alimentación más adecuado.
Otras recomendaciones de los especialistas de salud son:
- Comer porciones moderadas y masticar despacio.
- Aumentar progresivamente la fibra para que el intestino se adapte.
- Beber suficiente agua durante el día.
- Reducir el consumo de alcohol y cafeína.
- Consultar con un médico si los síntomas son frecuentes o severos, ya que pueden indicar trastornos como el síndrome de intestino irritable.