Las frutas forman parte de un grupo de alimentos de origen vegetal o silvestre encargadas de proteger a las semillas y asegurar su dispersión, generalmente procedente de la flor. La venta de este alimento es muy común en los centros de abastos, mercados y suministros. Por su gran aporte nutricional, mineral y, por qué no, también por su sabor, son un comestible esencial en la mesa de cualquier persona.
La ingesta de fruta es importante porque hace posible la prevención y el combate de ciertas enfermedades que afectan nuestro organismo como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad, por eso es necesario añadirlas al desayuno, la comida y la cena. A continuación, te compartimos algunos de los beneficios de consumir fruta e incluirla en tu dieta diaria.
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Importancia de la ingesta de frutas
Las frutas, así como las verduras, aportan fitoquímicos (como los antioxidantes) y fibra dietética benéfica para tener una buena digestión, detalla Ciencia UNAM. Las vitaminas que contienen son nutrientes esenciales para procesos básicos, como la transformación de alimentos en energía, el crecimiento y la reparación de los tejidos; la prevención de enfermedades crónicas degenerativas e, incluso, el proceso de envejecimiento.
Además de lo anterior, las frutas contienen:
- Mucha agua, por lo que son muy refrescantes y nos mantiene hidratados
- Son dulces y aromáticas, lo que estimula nuestros sentidos
- Contienen fibra soluble e insoluble, misma que ayuda a la digestión
El portal Semana explica que estos alimentos pueden añadirse a tu dieta consumiéndola en la mañana, en el almuerzo y en la noche, para la cena, con el fin de irse a dormir sin problemas estomacales.
Los colores del buen comer
De acuerdo con un estudio por la Asociación Americana de Salud en 2021, comer las cantidades adecuadas de fruta a diario (cinco porciones) ayuda a prevenir enfermedades como diabetes, obesidad, cardiopatías o incluso ciertos tipos de cáncer, no obstante, no todas las frutas tienen los mismos nutrientes o aportaciones, por lo que es importante aprender a comerlas diferenciándolas por sus exóticos y bonitos colores.
- Frutas rojos
Las frutas rojas son ricas en licopenos, compuestos que le dan ese característico color. Tienen un gran poder antioxidante, por lo que consumirlas frecuentemente protege las células del deterioro.
- Frutas verdes
Las frutas de este color son una gran fuente de luteína y zeaxantinas, de Vitamina C, B9 y K, así como de minerales como el Hierro, el Potasio y el Selenio, detalla el portal de la UNAM. Comerlas con regularidad ayuda a fortalecer nuestro sistema inmune, a proteger nuestra salud visual y a disminuir los noveles de colesterol y triglicéridos.
- Frutas amarillas y naranjas
Son ricas en betacarotenos, elemento que les proporciona su color. Estas son ricas en hidratos de carbono y son fuente de Vitamina A, Magnesio, Ácido fólico y Potasio. Tienen un gran poder antioxidante.
- Frutas moradas
Le deben su bello color a su contenido de flavonoides, poderosos antioxidantes con características antiinflamatorias y antialérgicas. Consumirlas nos ayudan a proteger, por ejemplo, el funcionamiento del sistema urinario.
(Con información de Semana, Personal UNAM, Ciencia UNAM).