Cuando hablamos de comunicación con otras personas solemos concentrarnos más en las palabras que decimos que en la forma en que las decimos. Sin embargo, las investigaciones más recientes han revelado que el verdadero impacto de nuestras interacciones proviene, casi siempre, de señales no verbales y de cómo usamos nuestra voz, incluso más que el contenido literal de nuestras palabras. Y las personas con alta inteligencia emocional conocen el poder de una frase para equilibrar las palabras con su contenido.
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Una importante frase para recordar desde la inteligencia emocional
“No es lo que dices, es cómo lo dices”. Esta frase refuerza las ideas del psicólogo Albert Mehrabian, quien en los años 70 sugirió que solamente el 7% de la comunicación efectiva proviene de las palabras, mientras que el tono de voz y las señales visuales ocupan el 93% restante.
Aunque estos porcentajes han sido criticados, un nuevo estudio publicado por The Society for Personality and Social Psychology demuestra que la capacidad de interpretar las emociones y relaciones humanas a través de la voz es incluso mayor de lo que se pensaba.
Los seres humanos somos sorprendentemente hábiles para interpretar la calidad de nuestras relaciones a partir de estas señales no verbales. Los participantes en el estudio, tanto hablantes nativos de inglés como de español, lograron identificar con un 80% de precisión si la relación entre dos personas en una conversación era positiva o negativa, basándose únicamente en el tono de voz y el ritmo del intercambio, incluso cuando no podían entender las palabras o estas estaban distorsionadas.
El papel de esta frase en el juego de la comunicación
Los expertos señalan que el lenguaje permite especificar detalles esenciales como el tiempo, el lugar y las circunstancias, algo que los gestos o tonos no pueden transmitir. Las palabras son las herramientas que ayudan a crear historias, compartir experiencias pasadas o planificar futuros encuentros.
Combinadas con un tono genuino y una postura que refuerce el mensaje, las palabras cuidadosamente seleccionadas pueden generar un impacto positivo duradero. “No es lo que dices, sino cómo lo dices” aplica para cualquier situación en la que busques conectar con otra persona, transmitir apoyo o reforzar la conexión emocional.
En tu comunicación con otras personas, estos son algunos aspectos que puedes recordar y aplicar:
- El lenguaje no verbal es el dominante. Hasta un 80% de la comunicación efectiva se basa en tonos, gestos y ritmo.
- Las palabras no lo son todo. Lo que dices importa, pero cómo lo dices es aún más crucial.
- Inteligencia emocional en acción. Frases simples y genuinas generan confianza y respeto.
- Universales emocionales. Las emociones trascienden idiomas, como lo demuestra la capacidad de identificar relaciones solo con el tono de voz.
Sí, las palabras son importantes, pero el poder de nuestra comunicación radica en cómo las expresamos. Dominar este equilibrio entre lo verbal y lo no verbal es una muestra de tu inteligencia emocional y también una herramienta esencial para navegar las complejidades de nuestras relaciones humanas.
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