Correr, brincar, caminar, escribir, pintar, sentir, disfrutar, experimentar, crear, estar, hacer y ser, entre otras, son algunas de la infinidad de actividades que nos permite realizar nuestro cuerpo día con día. Por todos los beneficios que puede otorgarnos en nuestra vida, especialistas en la salud recomiendan cuidarlo mediante ejercicios y alimentos. Sin embargo, cuidar el cuerpo no sólo abarca lo físico, también lo mental.
El ejercicio y la actividad física no son las únicas herramientas para mantener el cuerpo sano, también debe acompañarse con el fomento de la autoestima y la empatía para evitar prácticas que puedan convertirlo en un punto vulnerable, como el body shaming. ‘¿Hace cuántos kilos no nos vemos?’, ‘¿Qué te pasó en la casa? ¡Mírate esas arrugas?’, ‘¿Has pensado en cubrir con maquillaje esas ojeras?’ son algunos ejemplos que embarca este concepto utilizado para visibilizar el rechazo, la burla y la humillación a los cuerpos.
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¿Qué es el body shaming? ¿Cómo se fomenta? ¿Cómo afecta a la persona que lo vive? ¿Qué hacer para detenerlo? Son algunas de las preguntas que resolveremos en esta nota. Antes de iniciar, recuerda que estos conceptos buscan fomentar el cuidado de la salud en todas sus expresiones. Repensar las actitudes, comentarios y formas es un paso para construir relaciones humanas saludables.
¿Cómo identificar el body shaming?
El body shaming, informa Psonríe, es una palabra en inglés que significa avergonzar o burlarse de alguien por su apariencia física o su cuerpo. Estas palabras pueden venir por la misma persona, sus familiares, su pareja, sus padres, sus seres cercanos o alguna persona desconocida. Este tipo de burlas o frases vergonzosas pueden causar en la persona problemas significativos para su bienestar emocional y mental. El portal Psonríe menciona las siguientes:
- Inseguridades y baja autoestima: a corto o largo plazo. Si la persona recibe estas frases una y otra vez, su cerebro comenzará a creerlas y tendrá problemas de seguridad propia
- Ansiedad e incapacidad de adaptación social: al intentar adaptarse o no poder lograr dentro de las exigencias de su ambiente, a la persona le creará mayor dificultad en lograr lo que le piden o desea alcanzar, creando altos niveles de ansiedad en diferentes áreas de su vida
- Problemas alimenticios: progresivamente la persona podría desarrollar alteración en sus hábitos alimenticios y en algunos casos generar algún Trastorno de la Conducta Alimentaria
- Depresión o ideas suicidas: la creencia de ser inferior o insuficiente para los estándares exigidos puede provocar profunda tristeza o decaimiento
De acuerdo con buencoco, el concepto de belleza y body shaming van ligados y se van adaptando a cada cultura y época. La búsqueda de la aceptación es uno de los principales motivos por los cuales puede afectar no cumplir con los estándares marcados. Esto ahora se ha reflejado en las redes sociales donde constantemente las personas se enfrentan a una realidad con retoques y estrategias para disimular aquello considerado como un efecto.
Ante ello, Difusión con Causa recomienda fomentar un cambio cultural que valore y celebra la diversidad corporal mediante la información y educación donde se aborde que la belleza no se limita a una forma o tamaño específico, cuestionar los ideales de belleza estereotipados, ser consciente de cómo hablamos sobre los cuerpos, brindar apoyo a las personas que han vivido body shaming y escuchar sus historias.
Por otra parte, si has vivido body shaming Gabineti aconseja no perseguir la perfección que reproduce el ajuste de los cuerpos a canones de belleza, seguir una alimentación saludable y rutina de ejercicios que te ayude a sentirte bien contigo mismo, evitar criticarte a ti y a otras personas, aceptar que todas las personas tenemos virtudes y defectos y que nadie merece comentarios negativos sobre su cuerpo.
(Con información de Psonríe, buencoco, Difusión con Causa, Gabineti)