El enojo es una emoción que varias personas pueden considerar poco benéfica debido a que crea momentos de tensión, nervios, rencor o venganza. Sin embargo, el enojo es una de las emociones que nos permite actuar ante las injusticias, los desbalances y todo aquello que pueda afectarnos. Aunque el enojo es parte de la vida, existe una etapa que puede causar preocupación: los ataques de ira.
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En los ataques de ira probablemente las personas no están dispuestas a escuchar, a resolver el conflicto o expresar sus sentires, sino es un momento donde todas las palabras guardadas salen a la luz. Expresar nuestros sentimientos es una forma de aclarar nuestros pensamientos, pero un ataque de ira puede darnos una visión poco equilibrada de la situación que originó el problema.
¿Qué son los ataques o explosiones de ira? ¿Por qué surgen los ataques de ira? ¿Cómo actuar ante ellos? Resolveremos estas preguntas en el trascurso de la nota. En caso de algún día relacionarte con una persona con ataques de ira sabrás cómo actuar ante los hechos y proteger tu integridad. El acompañamiento de un especialista podrá ayudar a la persona a un manejo saludable de sus emociones.
¿Qué son las explosiones de ira?
La ira, menciona Avance Psicológicos, es una emoción como cualquier otra. La ira es una reacción de enfado o cólera generada por alguna circunstancia donde la persona siente injusticia, sus derechos han sido vulnerados o ha sido atacado su autoconcepto o dignidad. El problema de la ira viene cuando está de forma descontrolada o no puede gestionarse de manera saludable.
Los ataques de ira, informa Centro Psicológico Cecilia Cores, son una reacción emocional intensa y descontrolada de enfado o frustración que puede ser desencadenada por una situación o estímulo específico. Durante este ataque de ira, una persona puede experimentar una variedad de síntomas físicos y emocionales, como sudoración, aumento de la frecuencia cardíaca, violencia física o comportamiento destructivo.
Hernández Psicólogos detalla que los ataques de ira pueden ser un síntoma de diversas afecciones en la salud, como abuso de alcohol, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno bipolar, depresión y duelo. Los ataques de ira ocurren en situaciones donde una persona se siente atrapada emocionalmente y muestra una reacción exagerada de enfado y demuestra una ira inapropiada dirigida hacia las demás personas.
Cepsin Madrid destaca que las personas con dificultad para contener la ira y la agresividad probablemente hayan crecido donde no obtuvieron herramientas adecuadas para gestionar cierto tipos de emociones. Por lo cual, es necesario que aprendan en su vida adulta modelos de resolución de conflictos y manejo de frustración saludable. Para controlar la ira, American Psychological Association recomienda:
- Relajarse mediante la respiración profunda
- Aprender técnicas para ajustarlas a las situaciones que desencadenen el ataque de ira
- Tener cuidado con las palabras ‘nunca’ o ‘siempre’ cuando se habla sobre sí mismo u otra persona
- Evitar el distanciamiento y humillación del otro, sino encontrar una forma de resolver el problema
- Expresar cuál es el problema y busque una solución que funcione para ambos, tomando el control de la situación
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