La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al cáncer como la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y que pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos. En México, esta enfermedad causa la muerte de 14 de cada 100 personas y aunque es prevenible y tratable en etapas tempranas, las brechas en la atención condicionan el pronóstico favorable.
En ese contexto, el doctor Óscar Arrieta Rodríguez, jefe de Unidad Funcional de Oncología Torácica en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), coordinó el documento “Revisión de necesidades en la atención integral del cáncer”, donde distintos especialistas abordan el panorama general del cáncer en México y las iniciativas que son fundamentales para mejorar la atención oncológica.
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El también académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha publicado más de 330 artículos a nivel internacional y ha desarrollado trabajos significativos para la ciencia. Recientemente fue acreedor del premio “Dr. Miguel Otero” de Investigación Clínica que otorga el Consejo de Salubridad General.
Este galardón le fue otorgado por su investigación en cáncer, específicamente sobre biomarcadores en el tratamiento de cáncer de pulmón y mesotelioma, genotipificación de cáncer de pulmón y nuevos esquemas de tratamiento para metástasis cerebrales, cáncer de pulmón y mesotelioma.
La prevención y detección oportuna del cáncer en México están condicionados
El documento coordinado por el doctor Arrieta menciona que en México 14 de cada 100 personas fallecen debido al cáncer, siendo esta enfermedad la tercera causa de muerte a nivel nacional y se estima que para 2023, las cifras se dupliquen. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que cerca de 3 de cada 10 casos de cáncer se pueden curar si se detectan tempranamente y 4 de cada 10 casos son prevenibles al evitar factores de riesgo.
Entre las principales causas de cáncer en México se enlistan el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, el acceso a programas de prevención y detección oportuna a nivel nacional se encuentra condicionado por las características socioeconómicas de los sectores de la población, lo que genera brechas y asimetrías.
“Este proyecto surgió al darnos cuenta que siempre tenemos los mismos problemas y necesidades ante el cáncer, falta de educación, de referencia temprana, de programas de tamizaje, falta de acceso a medicamentos y equipos de radioterapia, así como tiempos prolongados para recibir esta radioterapia”, comentó el experto en entrevista con Sumédico.
En general, detalla el doctor Arrieta, lo que se buscó fue conjuntar las necesidades más importantes en cáncer y hacer una discusión donde se haga hacer notar que es una problemática muy grande.
Desde la experiencia del especialista, una limitante muy importante para mejorar la atención de los pacientes con cáncer en nuestro país es el presupuesto, por lo que es fundamental hacerle entender a las autoridades que invertir en prevención o detección temprana del cáncer es la mejor estrategia para reducir los costos de atención y mejorar el pronóstico de los pacientes.
Actualmente se está invirtiendo mucho en pacientes que ya tienen una enfermedad metastásica avanzada, lamenta el doctor Arrieta.
Registro Nacional de Cáncer, un requisito necesario
En el documento realizado por el INCan y coordinado por el doctor Arrieta, se menciona al Registro Nacional de Cáncer como una de las estrategias fundamentales para el cáncer en México y al respecto, el investigador afirma que este registro es necesario para contar la estadística de los pacientes y ver la magnitud del problema o lo que se conoce como la carga de la enfermedad en el país.
“De esta manera, se pueden tomar mejores decisiones, relacionar datos epidemiológicos con los factores de riesgo que son propios de nuestro país y por supuesto, tomar medidas necesarias para la prevención”, refiere el experto.
Desde octubre de 2022 se cuenta con este registro en México, pero el doctor Arrieta apunta que todavía hay muchos retos para que sea eficiente en la prevención y la investigación.
En primer lugar, destaca que tenemos un sistema de salud muy fragmentado en el que la información con que se cuenta está bien resguardada, pero también hay un problema de los sistemas de software, que son diferentes en las instituciones y no es posible compartir la información o hacer estadísticas precisas.
En ese sentido, detalló que es necesario atender convenios que permitan a las instituciones recabar la información suficiente por lo menos del 10% de la población, para lograr un registro que sea confiable.
“Esto no es un privilegio, está en la ley general de salud, que contempla el Registro Nacional de Cáncer y que tanto IMSS como ISSSTE y otras instituciones manden la información a la Secretaría de Salud”, puntualiza.
El experto señala que, si bien contar con un registro es un paso fundamental, se requiere de un seguimiento de los datos por lo menos de 5 años, para detectar las tendencias y definir políticas. Así mismo, se debe homogenizar toda la información a lo largo y ancho del país.
Factores para una detección oportuna del cáncer
El diagnóstico temprano del cáncer es clave para tasas de supervivencia más altas, reducir la gravedad del tratamiento y mejorar la calidad de vida de las personas y el doctor Arrieta menciona que se requiere de ciertos factores para conseguirlo. El primero es la educación del médico, principalmente el de primer contacto, que debe conocer no solo las indicaciones del tamizaje, sino saber cuándo sospechar de un cáncer.
“Esto requiere de una educación mayor en las escuelas de medicina, donde actualmente no tienen oncología como una materia obligatoria”, lamenta el investigador.
Por otra parte, refiere que en cáncer de mama se hacen muchas mastografías, pero falta promover la cultura de los pacientes para hacerse estudios de detección de otros cánceres como el de pulmón, donde se requiere de estudios más complejos como la tomografía, que suele estar saturado y eso retrasa hasta 4 semanas el diagnóstico de un paciente.
“No solo es hacer la tomografía, sino tener quién la interprete correctamente y quién tome la biopsia de pulmón para confirmar el diagnóstico, eso favorece que se tengan falsos negativos o positivos, lo que conlleva un riesgo para los pacientes y un mayor costo”, refiere.
“Puedo asegurar que, de 10 pacientes con cáncer de pulmón, 8 o 9 pasaron por un viacrucis solo para llegar al hospital de tercer nivel, es decir, pasaron un promedio de 6 u 8 meses entre que empezaron con síntomas y que iniciaron un tratamiento, esto nos dice que tenemos un sistema de referencia muy tardado por diferentes factores; se requiere hacer lo mismo, pero más rápido”, enfatiza.
Parte del problema, destaca el experto, es que el paciente que se detecta una lesión o síntomas sospechosos, no sabe a dónde acudir para recibir atención y si va a un primer nivel pueden pasar 2 o 3 semanas para una biopsia y luego un mes más para que se haga un reporte.
Actualmente no se ve como una prioridad a los reportes de sospecha de cáncer, se dejan en la fila y eso debe cambiar con un “Código Cáncer”, donde en hospitales específicos se dé seguimiento el mismo día que se presenta el paciente y en una semana se tenga toda la información para un diagnóstico y se pueda referir al paciente a la institución adecuada para su atención.
“Constará de una serie de pasos ejecutados por un equipo multidisciplinario capacitado en diferentes niveles de atención del cáncer. Tiene la finalidad de disminuir el tiempo al diagnóstico y tratamiento del paciente, mejorando su calidad de vida y reduciendo gastos de atención”, señala el documento del INCan.
Tenemos muchas desigualdades en el sistema de salud
El doctor Oscar Arrieta menciona que otra gran desventaja en la atención al cáncer es que hay muchas desigualdades en el sistema de salud, pues se cuenta con diferentes protocolos entre las instituciones o entre cada tipo de cáncer, donde algunos tienen más medicamentos y programas de detección, como cáncer de mama, mientras que otros están abandonados.
Sin embargo, el experto reconoce que con el actual gobierno se cuenta con tratamiento para todos los pacientes de cáncer, aunque no están distribuidos de la mejor forma y muchas veces puede haber escasez, pero marca una diferencia, ya que antes no había nada para muchos casos de neoplasias como estómago, pulmón o leucemia.
Por otra parte, personas de escasos recursos muchas veces fallecen por cáncer sin saber que tenían esta enfermedad, como en el caso del cáncer de pulmón, donde mujeres en zonas rurales son mayormente afectadas por el humo de leña pero que al presentar síntomas y complicaciones se diagnostica como una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), lo que impide un tratamiento adecuado.
Cáncer de pulmón, sexta causa de cáncer en México
Se estima que a nivel mundial se presentan 2.2 millones de casos de cáncer de pulmón, de los cuales fallecen 1,8 millones. En Estados Unidos se presentan en promedio 150 mil casos al año y en México, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se presentan 6 mil 500 casos anualmente.
Se ubica como la sexta neoplasia en frecuencia a nivel nacional, pero en Estados Unidos, es la primera. “En México tenemos que sumar mama y próstata para igualar las cifras de cáncer de pulmón en esos casos”, resalta el experto.
Lamentablemente, el 80% de los pacientes con cáncer de pulmón a nivel nacional se diagnostican en etapas avanzadas de la enfermedad, cuando las opciones de tratamiento se reducen, lo que es un reto de salud pública, enfatiza el documento del INCan.
Aunque el principal factor de riesgo en el mundo es el tabaquismo, el doctor Arrieta señala que en México los registros apuntan a que hay mayor cáncer de pulmón en no fumadores y más casos asociados con humo de leña y combustibles, lo que le da a la enfermedad características clínicas y moleculares distintas de aquel que se presenta por tabaquismo.
Debido al impacto que tiene esta enfermedad en nuestro país y en todo el mundo, el doctor Arrieta se ha dedicado al estudio de distintos elementos del cáncer de pulmón, como las mutaciones que predicen la respuesta a un tratamiento.
“Vemos que en México no hay un cáncer de pulmón mayormente asociado a tabaquismo, pero sí con un mayor número de mutaciones similares a las que se presentan en caucásicos en Europa, Estados Unidos y la población asiática. Se estima que 1 de cada 3 pacientes tenga una mutación en la que un tratamiento tomado es altamente efectivo y que no requiera quimioterapia”, enfatiza el experto.
Ante ello, el doctor Arrieta ha participado en el desarrollo de nuevos esquemas de tratamiento, con combinaciones de quimioterapia que brindan cambios en el paradigma del cáncer de pulmón y resultados más positivos para los pacientes.
“Hace 10 años nunca hubo este tipo de medicamentos, los que había valían hasta 3 veces más y tenían un impacto pequeño en la sobrevida de los pacientes”, refiere el investigador.
Tenemos una debilidad en la radioterapia
El doctor Arrieta destacó que una de las debilidades en la atención del cáncer de las que pocos hablan es el acceso a la radioterapia para los pacientes y que es indispensable para tratar cáncer localmente avanzado.
En cáncer de pulmón, hay casos en que se recibe este tratamiento hasta 6 meses después, lo que favorece que el tumor haga metástasis, pues la radioterapia solo es efectiva en los primeros 4 meses en que se detectan síntomas.
“En el peor de los casos radiar con cobalto, con técnicas ya obsoletas hace que incremente muchísimo el riesgo de complicaciones y muerte. La radioterapia a tiempo es un pilar fundamental, junto con la cirugía y el tratamiento sistémico”, afirma Arrieta.
Para los pacientes de zonas rurales el panorama es más complicado, pues según el experto, todos los equipos de radioterapia más sofisticados están en las grandes ciudades, aunque incluso en la Ciudad de México, hay hospitales donde el equipo está en desuso o sin mantenimiento. En otros casos se tienen los equipos, pero no hay radioncólogos.
“Tenemos un problema muy grave, necesitamos que los equipos de radioterapia se abran a toda la población que lo requiera, porque es una urgencia. La sugerencia es tener una coordinación de radioterapia para reducir los tiempos de espera”, concluye el experto.