Karl Aigner, es médico e investigador alemán y ha dedicado más de cuatro décadas al avance de la quimioterapia regional, también conocida como quimioterapia intraarterial. Se trata de un tratamiento de cáncer que opta por reducir la cantidad de quimioterapia en pacientes con el fin de mitigar los efectos secundarios, como dolores de cabeza, vómitos o fatiga. Ahora, el doctor está formando a un nuevo equipo de salud al abrir el Hospital Aigner Rescue dentro del Centro Médico Punta Cana, República Dominicana para ofrecer el tratamiento a pacientes de Estados Unidos y Centro y Sudamérica.
En entrevista para SuMédico, el doctor Karl Aigner cuenta su acercamiento con la quimioterapia regional, tratamiento del cual es uno de los pioneros en el mundo, así como la medicina y el cáncer. Actualmente la alternativa de tratamiento ha tenido resultados benéficos en el páncreas, hígado, mamas, próstata, pulmones, tumores de la cabeza maxilofacial, vejiga y cáncer de cuello uterino. En este último, sólo han existido tres casos, sin embargo, el especialista muestra una actitud positiva ante los resultados.
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El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en las Américas. En 2020 causó 1.4 millones de muertes, el 47% fue de personas entre 69 años de edad o más jóvenes. Se proyecta que la enfermedad aumentará a 6 millones en 2040. Aunque la enfermedad suele ser asociada como un sinónimo de muerte, el 40% de casos podrían prevenirse evitando factores de riesgo clave, mientras el 30% pueden curarse si son detectados a tiempo, reporta la Organización Panamericana de la Salud.
Los inicios de una trayectoria larga
“Mi tía era enfermera, era fuerte conmigo, pero me ayudó a dar mis primeros pasos. A los 14 años tenía acceso a los libros que utilizaban las enfermeras en sus estudios, entonces en vacaciones de verano, los leía. Yo quería trabajar en la universidad”
Así recuerda el doctor Karl Aigner sus inicios en el mundo de la medicina, quien años después se convertiría en un especialista de salud y miembro de organizaciones profesionales con prestigio a nivel mundial, como la Sociedad Alemana de Cirugía, la Sociedad Alemana del Cáncer y la Sociedad Americana de Oncología Clínica. Su trayectoria incluiría impartir conferencias, realizar cirugías en diversos países y dejar sus conocimientos plasmados en más de 200 publicaciones especializadas. El doctor comenzó sus prácticas en la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen en Erlangen, Alemania.
“El llamado era a las 9 de la noche, llegue a realizar hasta 11 horas de labor en el Medias Klinikum Burghausen. Mi tía me decía que habían llegado pacientes donde se les iba a realizar tal procedimiento y tenía que dejar los papeles listos para el otro día. En este tiempo todavía era alumno. Ganaba poco, pero quería ser parte de su equipo. A los dos días de enviar una carta para formar parte, me integré. Gracias a ello, pude realizar los estudios en quimioterapia regional”, relata.
Un caso marcó un antes y un después en su trayectoria
Al preguntarle al doctor Karl Aigner qué caso lo marcó para dedicarse al estudio del cáncer y la quimioterapia regional, en cuestión de segundos viene a su mente un momento el cual definiría un antes y un después en su trayectoria médica. Un sábado en la tarde llegó un hombre joven de 37 años debido a un accidente, continúa relatando.
“Al operarlo, nos percatamos que tenía cáncer de sigma –un cáncer asociado con el cáncer colorrectal– y metástasis en el hígado. Sacamos el tumor y lo enviamos con los internistas oncológicos donde lo trataron con quimioterapia sistemática. A los cuatro meses después regresa para otra cirugía. Él tenía dos pequeñas las cuales lloraban porque su papá gritaba”
En ese momento el Dr. Karl Aigner tenía dos niñas a quienes recordó al ver a las hijas del hombre joven. El especialista en salud varias veces se había preguntado por qué los pacientes regresaban con un estado menos favorable después de aplicar la terapia. Pensaba cómo poder aislar a los órganos sin afectar otras partes del cuerpo y con ello a las personas. Entonces, fue ahí donde aplicó la quimioterapia regional.
Quimioterapia regional: un camino por trazar
La quimioterapia regional es administrada directamente al tumor a través de la arteria que lo alimenta, lo que resulta en dosis más bajas de quimioterapia y efectos secundarios reducidos para los pacientes. Posterior a ello, se realiza una filtración de sangre para eliminar cualquier rastro de quimioterapia restante, evitando dañar a células madre. Este método es aplicable para diversos pacientes, abarcando diversas edades, diagnósticos y antecedentes.
“Dentro de media hora tienen un nivel bajo de quimioterapia. No vomitan, no hay enfermedad. Incluso algunos pacientes al cuarto día se van a sus hogares conduciendo su carro”, explica el médico.
Sin embargo, las limitantes continúan existiendo. Algunas quimioterapias dañan el tejido conectivo, por lo cual en las personas que han sido sometidas a irradiación, otros tratamientos o tienen cánceres avanzados, los resultados pueden ser desfavorecedores, debilitando al paciente. Otras veces, al aplicar la quimioterapia regional, la filtración de sangre presenta problemas.
“A veces es complicado tratar un tumor con una terapia y desarrollar un método nuevo para este caso típico. En esos momentos me preguntó ‘¿dónde estuvo la falta?’. A partir de ello, hemos resuelto los retos, por ello, tenemos diversos métodos y técnicas. Estamos en constante evolución, dando nuevas ideas en nuevos métodos”, asegura.
“No podemos decir ‘vamos a sanar el cáncer’, pero sí ‘vamos a tratarlo’”
El doctor Karl Aigner comenzó con la quimioterapia regional en 1979 a través de la perfusión de extremidades aisladas para melanoma maligno y sarcoma. Desde ese momento, junto a diversos especialistas de la salud ha trabajado en mejorar protocolos y técnicas. En diciembre de 2022, abrió el Hospital Aigner Rescue dentro del Centro Médico Punta Cana, República Dominicana. Este hospital además de ofrecer los servicios médicos, busca acercar la quimioterapia regional para pacientes que pueden presentar dificultades al realizar un viaje a Alemania.
La distancia no es un impedimento para el especialista, pues a través de un equipo da seguimiento a los pacientes, continúa formando a personal de salud interesado en aprender, donde ha conocido a jóvenes interesados en seguir desarrollando esta alternativa. El objetivo es tener un estándar al mismo nivel, o mejor, que el hospital en Alemania. En palabras del doctor Karl Aigner, van a pasos cortos y con vista de expandirse hacia México.
“No podemos decir ‘vamos a sanar el cáncer’, pero sí ‘vamos a tratarlo’. Vamos a reducir el tamaño para hacerlo aceptable. Si el cáncer va a regresar o no, no lo sabemos. Hemos tenido buenos resultados, pero lo importante para mí es que el tumor sufre más que el paciente", concluye.
(Con información de Organización Panamericana de la Salud)