Muchas afectaciones a la salud parece que se desarrollan en la edad adulta, pero algunas de ellas pueden empezar a una edad temprana, como es el caso de la sarcopenia.
La sarcopenia es una afección que se caracteriza por la pérdida de masa, fuerza y funcionamiento de los músculos en personas adultas. La sarcopenia se manifiesta a partir de los 30 años, cuando las personas comienzan a perder entre un tres y ocho por ciento de su masa muscular por cada década de vida, según la Secretaría de Salud.
Las causas que generan este padecimiento son la inactividad física, la edad, cambios hormonales y pérdida de neuronas motoras por el envejecimiento. Por lo general, los adultos mayores con esta afección presentan una disminución de la velocidad de marcha, caídas, incapacidad para subir escaleras y en general, debilidad en las extremidades inferiores.
Causas principales de la sarcopenia
AARP señala que no se conocen las causas exactas de la sarcopenia, aunque se piensa que factores relacionados al medio ambiente, especialmente la nutrición y la actividad física, son determinantes en su desarrollo.
Pero además se ha visto que ciertos procesos inflamatorios y la disminución de las conexiones entre los nervios y los músculos a consecuencia del envejecimiento, podrían contribuir al desarrollo de la sarcopenia.
El Informador señala que las personas que padecen esta enfermedad suelen presentar los siguientes síntomas:
- Debilidad
- Cansancio
- Falta de energía
- Problemas de equilibrio
- Dificultad para caminar o mantenerse de pie
También se ha visto que cierto tipo de células musculares, llamadas células satélites isminuyen con la edad, provocando así que la masa muscular disminuya rápidamente a temprana edad.
Así mismo, si una persona no se alimenta bien, no ejercita sus músculos y encima tiene pérdida de las células que originan nueva masa muscular, tendrá más posibilidades de desarrollar sarcopenia.
¿Cómo prevenir la sarcopenia?
Sabiendo que la sarcopenia tiene sus orígenes en el estilo de vida y el proceso de envejecimiento natural, es importante centrarse en adoptar y mantener un estilo de vida saludable.
En ese sentido es importante tener una alimentación balanceada, con una adecuada cantidad de proteínas animales o vegetales de alta calidad. Diferentes tipos de pescados y carnes magras son fuentes importantes de proteína animal; mientras que quinua, soya y lentejas son algunas fuentes excelentes de proteína vegetal.
En relación a la actividad física, es muy importante que, para evitar la sarcopenia, las personas mayores practiquen tanto ejercicios aeróbicos como anaerobicos, pero en especial los anaeróbicos. Ejercicios diarios de estiramiento, movimientos contra resistencia y uso de pesas para brazos y piernas son algunos ejemplos.
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