Estudiar es una actividad que no sólo debe enfocarse en leer, memorizar y pasar de ciclo escolar, también es un espacio para conocer nuevas personas, nuevas perspectivas y nuevos lugares. Estas ventajas pueden aumentar cuando el estudiante elige prepararse en el extranjero. Aunque puede ser un sueño reservado a pocas personas, en los últimos años universidades y organizaciones ofrecen becas para lograrlo mediante el apoyo económico y la recomendación a instituciones educativas.
Además de los recursos económicos, las y los estudiantes también necesitan el apoyo de su familia. No sólo para encontrar la estadía o preparar la maleta, también para ser un soporte emocional. Estudiar en otro país puede provocar emoción por el futuro, pero también miedo, incertidumbre o ansiedad. Por ello, las y los adolescentes deberán implementar herramientas para evitar que la lejanía les provoque daños en su salud mental, lo cual podría cambiar el panorama de la estadía.
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De acuerdo con un reportaje realizado por Vice, las y los estudiantes extranjeros son 23 veces más propensos a regresar a su país por problemas de salud a diferencia de las personas que van al extranjero para trabajar. Si quieres conocer cómo ayudar a tu hijo, amigo, sobrino, nieto adolescente ahora que va a vivir en otro país, continúa leyendo esta nota. Probablemente este adiós temporal traigo sus retos, pero le ofrecerá habilidades ante el mundo que exige preparación y experiencia.
¿Qué hacer cuando un hijo se va a vivir a otro país?
1. Escucha los motivos por los cuales está interesado
Probablemente para madres, padres y cuidadores sea difícil aceptar que las y los hijos crecen mientras buscan independencia y enfrentan emociones contradictorias, por lo cual una respuesta negativa puedan ser las primeras palabras ante la propuesta. Sin embargo, Eresmamá recomienda escuchar las razones del adolescente por las cuales quiere iniciar este camino. Además de conocer más sobre la opciones, podrás darle una respuesta a lo que está buscando.
2. Sé realista con las posibilidades
Si el o la adolescente quiere estudiar en el extranjero, Eresmamá destaca que es necesario que analicen en conjunto qué tipo de ayuda necesita de tu parte. A lo mejor requiere tu opinión para elegir la universidad, contratar un seguro médico, revisar los permisos de estancia o comenzar a costear los gastos de permanencia. Probablemente, a ella/él le toque entregar los papeles, contactarse con la escuela o checar las materias. Así podrán agilizar este proceso, evitando problemas entre ustedes.
3. Sugiere buscar información sobre la cultura y el estilo de vida
Eresmamá añade conocer el lado agradable y el lado no agradable del lugar a dónde irá el o la adolescente para tomar una decisión con conocimiento y conciencia. Podrá servirles hablar con más adolescentes sobre su experiencia y los retos que atravesaron. Esto les permitirá conocer sobre las costumbres, las ideologías, las actividades que pueden ser descorteses o cómo prevenir situaciones incómodas. Es ver la cotidianidad como un momento de aprendizaje.
4. Reconoce los desafíos a los que se van a enfrentar
El Mundo detalla que la edad influye en los diferentes retos que afrontan las personas cuando es momento de estudiar en el extranjero. En las y los adolescentes encontrarán sus retos al momento de desarrollar su identidad y entablar relaciones sólidas, por ejemplo, el cambio de país pueda provocarles inestabilidad y frustración. Para ello, evita minimizar sus problemas y ofréceles soluciones.
5. Mantengan el contacto
Durante este período, explica El Mundo, es probable que el o la adolescente atraviese por un sentimiento de nostalgia, lo cual puede manejarse mediante el contacto de familiares y amistades que están en el país de origen. Las redes sociales pueden ser un gran recurso, aliéntalos a enviar fotografías y videos para ayudarles a lograr su adaptación.
(Con información de Vice, Eresmamá, El Mundo)