Un estudio publicado en la prestigiosa revista JAMA reveló que en adolescentes y niños un mayor uso de redes sociales significaba un peor desempeño cognitivo. La investigación analizó datos de 6,554 adolescentes y niños en Estados Unidos, todos pertenecientes al proyecto ABCD.
Esto representa uno de los mayores seguimientos neurocognitivo infantil del mundo. Los científicos evaluaron participantes entre los 9 y 13 años, con medidas repetidas de tiempo en redes sociales y pruebas cognitivas estandarizadas.
"Sin embargo, a diferencia del tiempo de pantalla pasiva, el uso de redes sociales generalmente implica actividades interactivas, personalizadas y cognitivamente exigentes, sin embargo, hay una escasez de estudios", enfatiza el estudio.
¿Por qué las redes sociales disminuyen el desempeño del cerebro?
Los investigadores identificaron tres trayectorias de uso en el consumo de redes sociales por parte de los participantes:
- Muy bajo o nulo (57.6%)
- Bajo pero creciente (36.6%)
- Alto y en aumento (5.8%)
El grupo más intensivo usaba alrededor de 3 horas diarias en redes sociales a los 13 años, presentando alteraciones en su desarrollo cognitivo. En otras palabras, el uso excesivo de redes sociales puede alterar la atención, memoria y desarrollo emocional de niños y adolescentes.
Por ejemplo, los adolescentes con uso alto creciente obtuvieron: 4.5 puntos menos en memoria secuencial, 3.8 puntos menos en vocabulario, y 1.7 puntos menos en la puntuación cognitiva total. Dichas cifras en comparación con sus contrapartes que casi no usaban redes.
Para los investigadores, la exposición constante a estímulos digitales puede modificar patrones de atención y fortalecer la búsqueda de recompensas rápidas.a multitarea digital y la exposición continua a videos cortos pueden disminuir la capacidad de concentración sostenida, especialmente en cerebros jóvenes. El constante salto entre estímulos limita la habilidad de enfocarse en tareas de memoria y desempeño.
Es decir, el uso prolongado de pantallas puede afectar la memoria de trabajo, necesaria para resolver problemas, comprender lecturas o seguir instrucciones. Cuando los niños dependen de las redes para entretenimiento rápido, el cerebro dedica menos tiempo al procesamiento profundo de información, lo que afecta el aprendizaje.
Los autores del ensayo clínico proponen que el tiempo en redes puede reemplazar actividades más cognitivamente enriquecedoras, como la lectura, el estudio o el sueño. Además, las redes fomentan la multitarea y la fragmentación atencional.
Por esta razón, el problema de este tipo de plataformas digitales surge cuando se convierten en la actividad dominante en la vida cotidiana.
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