Si estás buscando mantener una dieta más saludable, seguramente te has topado con el dilema de los endulzantes. El azúcar y la miel suelen ser opciones comunes. Sin embargo, uno tiene más impacto en nuestros niveles de glucosa que el otro. Si estás buscando controlar tus niveles de azúcar en sangre, te decimos cuál es la mejor opción.
Los efectos del azúcar en los niveles de glucosa
El azúcar refinada, mejor conocida como sacarosa, es un disacárido compuesto por glucosa y fructosa. Al ingerirla, el cuerpo la descompone rápidamente en estas dos moléculas simples, lo que provoca un aumento inmediato de glucosa en el torrente sanguíneo.
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Este aumento no solo afecta a personas con diabetes, sino que también puede tener repercusiones en individuos sanos si se consume en exceso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ingesta de azúcares libres no supere el 10% de las calorías diarias, pues un consumo elevado puede desencadenar problemas de salud como sobrepeso, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
El impacto del azúcar en la glucosa se mide a través del índice glucémico (IG), que indica la rapidez con la que un alimento incrementa los niveles de glucosa en sangre. Los alimentos con un IG alto, como el azúcar refinada, causan picos rápidos en la glucosa. Esto puede ser perjudicial a largo plazo, especialmente para quienes tienen problemas de regulación de azúcar.
La miel y la glucosa
La miel es una opción más natural. Aunque también es una fuente de carbohidratos, su índice glucémico es más bajo que el del azúcar refinada. Esto significa que, al consumirla, el aumento de glucosa en la sangre es más gradual. Esta característica hace que la miel sea una opción preferida por muchos que buscan un endulzante con un impacto más suave en sus niveles de glucosa.
Sin embargo, la miel tampoco está exenta de precauciones. A pesar de su menor índice glucémico, sigue siendo rica en azúcares, por lo que debes consumirla moderadamente.
Estudios como los publicados en Science Direct indican que la miel tiene un IG moderado, lo que puede ser beneficioso en comparación con el azúcar refinada, pero no significa que pueda consumirse sin restricciones. En grandes cantidades también puede elevar los niveles de glucosa, especialmente en personas con diabetes o en riesgo de padecerla.
Azúcar o miel, ninguno en exceso
Según Medical News Today, tanto la miel como el azúcar pueden ser consumidos en exceso, y los riesgos asociados son similares en ambos casos. Estos incluyen un mayor riesgo de desarrollar condiciones de salud como obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Si te preocupa tu consumo de miel o azúcar, es importante que consultes a un profesional de la salud. Tu médico podrá recomendar si es necesario limitar la ingesta o realizar otros cambios en tu dieta.
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