Cuando Tiffany Job sintió un dolor en la costilla derecha, pensó que se trataba de un simple tirón muscular después de hacer ejercicio. Lo que no imaginaba era que, meses después, recibiría un diagnóstico devastador: cáncer de pulmón en etapa 4.
A sus 37 años, la enfermera y madre de gemelos de ocho años nunca había fumado, por lo que su diagnóstico fue un completo shock. Su historia es un ejemplo de la preocupante tendencia en el aumento de casos de cáncer en personas menores de 40 años, un fenómeno que los expertos aún intentan comprender.
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Los primeros síntomas del cáncer de pulmón que pasaron desapercibidos
En marzo de 2020, Tiffany sintió un dolor en su costado, pero no le dio mayor importancia. Conforme pasaron los meses aparecieron otros síntomas alarmantes. Durante una caminata en julio notó que se fatigaba con facilidad y su ritmo cardíaco se aceleraba sin motivo aparente. Después desarrolló una tos persistente que no cedía con antibióticos ni esteroides.
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Tras varias consultas médicas y pruebas fallidas, en septiembre se sometió a un examen de función pulmonar. Los resultados fueron preocupantes: su capacidad pulmonar era similar a la de una persona de 80 años. Aun así, la posibilidad de cáncer no fue considerada en un inicio, y los médicos exploraron otras opciones como tuberculosis o una enfermedad inflamatoria.
No fue hasta que se realizaron escaneos más avanzados que los médicos encontraron la verdadera causa: un cáncer de pulmón de células no pequeñas en etapa 4, que ya se había diseminado a su cuello, pelvis y fémur derecho.
¿Qué es el cáncer de pulmón?
De acuerdo con Mayo Clinic, el cáncer de pulmón es un tipo de cáncer que comienza como una proliferación de células en los pulmones, dos órganos esponjosos que se encuentran en el pecho y controlan la respiración.
Este cáncer es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo. Las personas que fuman tienen el máximo riesgo para desarrollar cáncer de pulmón. Este riesgo aumenta según la cantidad de cigarrillos que hayas fumado y el tiempo que hayas mantenido ese hábito. Dejar de fumar, incluso después de haber fumado durante muchos años, disminuye de manera significativa las posibilidades de desarrollar esta enfermedad.
Sin embargo, como ocurrió en el caso de Tiffany, el cáncer de pulmón también puede presentarse en personas que nunca han fumado.
El cáncer de pulmón no suele causar síntomas desde el principio y estos suelen aparecer cuando la enfermedad está en una etapa avanzada. Entre los más comunes se incluyen:
- Tos reciente que no desaparece.
- Dolor en el pecho.
- Tos con sangre, incluso en pequeñas cantidades.
- Ronquera.
- Falta de aire.
- Sibilancia.
- Cuando el cáncer de pulmón se disemina a otras partes del cuerpo, los signos y síntomas adicionales pueden incluir:
- Dolor de huesos.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida involuntaria de peso.
- Pérdida del apetito.
- Hinchazón en la cara o el cuello.
El cáncer de pulmón en personas jóvenes
Aunque tradicionalmente se ha asociado con el tabaquismo, el cáncer de pulmón también puede desarrollarse en personas que nunca han fumado, como Tiffany. La exposición al humo de segunda mano, factores genéticos y mutaciones específicas pueden desempeñar un papel en su aparición.
El problema radica en que la mayoría de los casos se detectan en etapas avanzadas, cuando el cáncer ya se ha diseminado a otros órganos.
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En el caso de Tiffany, su cáncer tenía una mutación en el gen EGFR, lo que le permitió acceder a un ensayo clínico con un medicamento diseñado para atacar esa alteración específica. Aunque al principio su tratamiento mostró resultados prometedores, en noviembre de 2023 confirmó que su tumor principal estaba creciendo de nuevo.
A pesar de la incertidumbre, Tiffany mantiene una actitud optimista y está decidida a seguir luchando. "No sabemos qué va a pasar al final del día, así que mejor vivamos cada momento al máximo", dijo en sus redes sociales.
Este caso nos recuerda la importancia de escuchar nuestro cuerpo y acudir al médico ante cualquier síntoma inusual. Aunque el cáncer de pulmón sigue estando estrechamente vinculado con el tabaquismo, también puede afectar a personas sin antecedentes de consumo de tabaco. La detección temprana sigue siendo clave para mejorar las probabilidades de supervivencia.
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