El estrés provoca que los glóbulos blancos formen estructuras pegajosas en forma de red, haciendo que los tejidos del cuerpo sean más susceptibles a la metástasis. Este hallazgo podría aumentar nuevas estrategias de tratamiento que detengan la propagación del cáncer antes de que comience. Así detalla un estudio realizado por investigadores del Cold Spring Harbor Laboratory (CSHL) en Estados Unidos publicado en ‘Cancer Cell’, reporta Infosalus.
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“El estrés crónico se asocia con un mayor riesgo de metástasis y una mala supervivencia en pacientes con cáncer, pero las razones no están claras. Mostramos que el estrés crónico aumenta de 2 a 4 veces la metástasis pulmonar de células diseminadas en ratones”, mencionan investigadores en el estudio.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México se diagnostican cada año alrededor de 195 mil 500 casos de cáncer en sus diferentes tipos donde el 46% de pacientes fallece por esta causa. Entre los factores asociados con el desarrollo del cáncer están los hábitos, como alimentación inadecuada y falta de actividad física. Entre menos saludable se encuentre la persona, mayor es el riesgo de neoplasias.
¿Cuáles son las consecuencias del estrés?
Según MedlinePlus, el estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación pensamiento que hagan sentir a una persona frustrada, furiosa o nerviosa. El estrés es la reacción del cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios, el estrés puede ser positivo, como ayudar a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar la salud.
American Psychological Association informa que el estrés crónico es aquel constante y persistente por un largo periodo de tiempo, el cual puede ser extenuante tanto a nivel físico como nivel psicológico. Si el estrés crónico no es tratado, puede tener consecuencias adversas para la salud, como ansiedad, insomnio, dolor muscular, alta presión y debilitamiento del sistema inmunitario. Algunas investigaciones demuestran que el estrés crónico puede contribuir al desarrollo de enfermedades, como enfermedades cardíacas, depresión y obesidad.
Sanitas añade que el estrés crónico produce desgaste físico y emocional. El estrés crónico está infradiagnosticado, pues quien lo padece suele habituarse a él y no acude al médico pese a los síntomas evidentes. El tratamiento del estrés crónico conlleva cambios radicales en el estilo de vida, desde cuidar la alimentación hasta cambiar de trabajo.
¿Cómo el estrés crónico incide en el cáncer?
Investigadores llegaron a los resultados al imitar el estrés crónico en ratones con cáncer. Primero extirparon tumores que habían crecido en los senos de los ratones y propagando células cancerosas en sus pulmones. Posteriormente, expusieron a los ratones al estrés y con ello observaron un aumento de lesiones metastásicas en estos animales. Detectaron que el número de metástasis se cuadriplicó.
Encontraron que las hormonas del estrés conocidas como glucocorticoides actuaban sobre los neutrófilos, formando trampas extracelulares de neutrófilos. En el cáncer, estas estructuras crean un entorno adecuado para metástasis. A la par, identificaron que el estrés crónico provocaba que estas estructuras modificaran el tejido pulmonar incluso cuando los ratones no tenían cáncer.
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