La pérdida de peso involuntaria es asociada con un aumento del riesgo de diagnóstico de cáncer durante el próximo de año. Esto incluye cáncer en el tracto gastrointestinal superior, cáncer hematológico, cáncer colorrectal y cáncer de pulmón. La pérdida de peso no fue relaciona con cáncer de mama, cáncer genitourinario, cáncer cerebral o cáncer de melanoma. Así detalla un nuevo estudio publicado en la revista ‘JAMA’ realizado por un grupo de investigación del Centro Oncológico de Dana-Farber (Estados Unidos), reporta el medio Infosalus.
“Si está perdiendo peso y no está tratando de perder peso haciendo cambios en su rutina de ejercicios o dieta, las personas deben consultar a su médico para considerar las posibles causas”, menciona Brian Wolpin, autor del estudio.
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De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México son diagnosticados cada año alrededor de 195 mil 500 casos de cáncer en sus diferentes tipos. El 46% de pacientes fallece por esta causa. El cáncer en todas sus modalidades va en aumento debido a la mayor esperanza de vida y que ha mejorado la detección de estos padecimientos.
¿Qué es el cáncer en resumen?
Según el Instituto Nacional del Cáncer, el cáncer es una enfermedad donde las células del cuerpo son multiplicadas sin control y son diseminadas en otras partes del cuerpo. En condiciones normales, las células humanas son formadas y multiplicadas para formar nuevas células conforme el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen o dañan, mueren y las células las remplazan. En algunos casos, las células dañadas son formadas y multiplicadas cuando no deberían.
El portal añade que las células dañadas comienzan a formar bultos en los tejidos. Los tumores pueden ser cancerosos o no cancerosos. Cuando son cancerosos pueden diseminarse a los tejidos cercanos. También pueden viajar más lejos. Estos tumores cancerosos pueden formarse por errores en la multiplicación, daños al ADN o herencia.
American Cancer Society informa que existen diversos tipos de cánceres que presentan similitudes entre sí, pero pueden diferenciarse en su desarrollo, su propagación y respuesta al tratamiento. Algunos tipos de cáncer son propagados con rapidez y otros con lentitud. Algunos pueden responder mejor con cirugía, otros con tratamiento y otros con dos o más tratamientos.
¿Por qué la pérdida de peso involuntaria podría alertar sobre el cáncer?
Para llegar a los resultados presentados, el equipo de investigación evaluó a 157, 474 participantes en dos gran estudios longitudinales. Primero estuvieron involucradas enfermeras de 30 a 55 años a partir de 1976. Para el estudio de seguimiento fueron inscritos profesionales de la salud masculinos de 40 a 75 años a partir de 1986. El estudio concluyó en 2016 donde las y los participantes detallaron el peso de cada dos años y cambios en la dieta cada cuatro años.
En el estudio detectaron que fueron producidos niveles similares de pérdida de peso ante del diagnóstico de la enfermedad tanto en etapa temprana como en etapa tardía. Este descubrimiento podría ayudar al diagnóstico temprano del cáncer, es decir, cuando existe una posibilidad de acceder a un tratamiento eficaz.
“Hay muchas condiciones que pueden resultar en pérdida de peso inesperada, debe ser el especialista quien determine si hay algo que necesite evaluación”, destaca Brian Wolpin.
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