Es bien sabido que el cáncer se trata de un padecimiento que puede causar diferentes molestias y malestares físicos, sin embargo, sus efectos secundarios no se quedan ahí: el cáncer es una enfermedad que también afecta psicológicamente.
La doctora Anna Barata, experta en psico-oncología, e investigadora del Massachusetts General Hospital Cancer Center y la Universidad Médica de Harvard, explicó que es normal, e incluso esperable que el cáncer, y todo lo que este implica, cause respuestas psicológicas en los pacientes.
Estas respuestas, eso sí, no siempre se tratan de algo negativo, ya que aunque los diagnósticos y tratamientos contra el cáncer pueden acompañarse de emociones que quizá no son tan buenas (como la tristeza y la ansiedad), en algunos casos podría despertar percepciones positivas.
Los cambios y secuelas psicológicas, experimentadas durante o después del cáncer, son factores que deben considerarse, ya que también pueden influir de forma importante en el curso del tratamiento, e incluso del cáncer en sí mismo.
Ante un diagnóstico de cáncer, una respuesta emocional es esperable
La especialista en psico-oncología, la doctora Anna Barata, contó en entrevista para SuMédico, que cuando una persona recibe un diagnóstico confirmatorio de cáncer, es completamente esperable, e incluso normal, que se presente una respuesta emocional o psicológica.
De forma común, los pacientes que han recibido un diagnóstico de cáncer pueden presentar síntomas psicológicos que, aunque no son agradables, se tratan de una respuesta normal y predecible, como:
- Angustia.
- Ansiedad.
- Incertidumbre.
- Sensación de no creerlo (incredulidad).
Esta respuesta se debe a que un diagnóstico de cáncer supone siempre un impacto psicológico en el paciente con este padecimiento, mencionó la experta, y puede suceder en los diferentes tipos de cánceres que pueden presentarse.
Eso sí, a pesar de que se traten de algo esperable, es recomendable que todos estos síntomas psicológicos en pacientes con cáncer, sean reconocidos y, en parte, vigilados por un especialista para poder evitar problemas o cuadros más graves.
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Aunque hay factores que influyen en la gravedad de las secuelas
La especialista explicó que si bien estos cambios psicológicos son esperables, y hasta cierto punto normales en pacientes con cáncer, el problema ocurre cuando llegan a ser una carga e interfieren con la vida y las actividades de los pacientes, lo que se vuelve una señal de alarma.
Cuando los síntomas llegan a interferir en las actividades (incluido el apego al tratamiento), se estaría presentando un cuadro psicológico grave, como la depresión, padecimiento que puede afectar y empeorar el tratamiento y la condición general del paciente.
Aunque en general cualquier persona que haya sido diagnosticada o deba seguir con un tratamiento contra cáncer tiene la probabilidad o el riesgo de presentar cuadros graves de síntomas psicológicos, existen factores que podrían predisponerlos más a esto:
- El estado o evolución del cáncer que padecen.
- Los efectos secundarios de los tratamientos y su efectividad.
- El sexo, ya que se ha visto que las mujeres son más propensas a cuadros depresivos.
- La existencia de redes sociales (familia, parejas, amigos) que les brinden apoyo y acompañamiento.
- El diagnóstico previo de enfermedades o padecimientos psicológicos, cuyos síntomas pueden agravarse y empeorar la condición emocional.
- La personalidad del propio paciente (hay personas con mayor tendencia a la tristeza o depresión).
- La posibilidad del acceso al tratamiento.
- Las probabilidades de recuperarse o recaer.
Además, los cuadros psicológicos graves en pacientes con cáncer también pueden ser potenciados por eventos negativos relacionados a los tratamientos, como trasplantes de médula que fueron fallidos en pacientes con leucemia, un grupo donde se presentan altas tasas de suicidio.
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Los familiares son una red que también podría verse afectada
Y así como el paciente diagnosticado puede tener repercusiones a nivel emocional, la familia o personas cercanas a ellos, también llegan a experimentarlas y tener el riesgo de desarrollar cuadros psicológicos con síntomas graves, como ansiedad, incertidumbre, y hasta depresión.
Esto ocurre por un lado, porque se recibe una noticia no grata (que un ser querido ha sido diagnosticado con cáncer), y eso implica atravesar por una situación nueva, dura, que puede ser complicada de procesar, principalmente en el caso de los niños cuyos padres o hermanos son diagnosticados.
Pero además, también puede influir que, en muchos casos pueden agregarse nuevas cargas o preocupaciones que antes no existían a la familia, principalmente a aquél que ocupe las labores de cuidador más cercano.
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Las emociones sí influyen en el cáncer
El cáncer, además de generar lesiones o cambios físicos, también podría causar cambios psicológicos o emocionales, que igualmente influyen en el padecimiento, ya que podrían beneficiar o perjudicial el tratamiento y, por ende, los resultados de este mismo.
La especialista informó que existen estudios que demuestran que aquellos pacientes que sufren de depresión, tienen peor adherencia a las indicaciones e instrucciones médicas, lo que entorpece los tratamientos, y por lo tanto se obtienen resultados y efectos menos positivos.
También mencionó que, en algunos casos, son estos pacientes con cáncer y además depresión quienes pueden tener más recaídas e ingresos en el hospital mucho más prolongados.
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Pero no todo es siempre negativo
La Dra. Anna Barata, indicó que, a pesar de todo esto, en algunas situaciones los pacientes no solo experimentan cosas negativas: también podrían llegar a ver lo positivo dentro de la oscuridad, algo que resulta fundamental para tener un mejor tratamiento, e incluso mejor resultado.
Según comenta la experta, hay ocasiones en que los pacientes que atraviesan por la enfermedad pueden llegar a encontrar una especie de beneficios, ya que aunque saben y están conscientes de que de que es una situación de miedo o angustia, logran ver un lado más favorable.
En estos casos, los pacientes suelen darle un significado a su experiencia con el cáncer, le dan un sentido, y comienzan a valorar cosas que antes daban por sentado, como su familia; debido a esta experiencia “se reconectan con algo de su entorno” de forma positiva.
La experta asegura que esta visión positiva es algo que se desea lograr en los pacientes diagnosticados con cáncer, ya que experimentarlo y lograrlo en los pacientes diagnosticados con cáncer, puede ayudar a compensar y minimizar el cuadro psicológico negativo, y tienen mejor actitud ante el tratamiento.