Cuando hablamos de cáncer de mama, el diagnóstico oportuno es fundamental para que la paciente reciba el acceso al tratamiento que necesita. La mastografía es el estudio principal que permite detectar algún tumor, pero para lograr un diagnóstico definitivo es importante hacer otros que son más innovadores, como la biopsia asistida por aspiración al vacío.
Octubre es el Mes de la Lucha contra el Cáncer de Mama y tiene como objetivo concientizar a la población sobre la importancia de conocer más sobre este padecimiento y fomentar su diagnóstico oportuno, ya que el detectarlo en etapas tempranas mejora el pronóstico de supervivencia.
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Por esto es importante que en caso de detectar cualquier lesión sospechosa se busque atención médica y se acceda a métodos diagnósticos para identificar la naturaleza del tumor e iniciar el tratamiento adecuado.
¿Qué es la biopsia asistida por aspiración al vacío?
Uno de los estudios que se recomienda para tener un diagnóstico preciso de cáncer de mama es la biopsia asistida por aspiración al vacío, que es una técnica innovadora que ya se encuentra disponible en hospitales del Sector Salud.
De acuerdo con el National Cancer Institute, una biopsia asistida por aspiración al vacío es un estudio en el que se extrae una pequeña muestra de tejido mamario para analizar y detectar si la paciente tiene cáncer de mama.
Para este procedimiento se utiliza un equipo de imaginología para guiar una sonda hueca conectada a un dispositivo de succión. Como parte del estudio, la sonda se introduce a través de un corte diminuto en la piel adormecida y se extrae la muestra de tejido mediante una succión suave y un cuchillo rotatorio pequeño dentro de la sonda. Posteriormente, el tejido se estudia bajo el microscopio.
“La mastografía sigue siendo el estudio por excelencia para la detección del cáncer de mama y el ultrasonido mamario un estudio altamente sugestivo; sin embargo, el diagnóstico definitivo solo puede establecerse mediante el análisis histológico del tejido sospechoso, para lo cual es necesario extraer una muestra de tejido para su posterior análisis en laboratorio. A esto se le conoce como biopsia”, explicó la Dra. Adriana García, coordinadora de Soporte Clínico en Becton Dickinson.
Este tipo de biopsia es ambulatoria y se realiza en pocos minutos, requiere una sola punción y en el mismo procedimiento se puede remover parcialmente ciertas lesiones, reduciendo así la necesidad de cirugía cuando los resultados iniciales son benignos.
¿En dónde está disponible la biopsia asistida por aspiración al vacío?
La biopsia asistida por aspiración al vacío está disponible en hospitales y gabinetes privados. También se ofrece -bajo la marca EnCor Enspire, de Becton Dickinson- a usuarias del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, de los hospitales “20 de Noviembre”, “Adolfo López Mateos”, “Bicentenario” y “Monterrey”, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
“Tener acceso oportuno a una prueba diagnóstica confirmatoria puede hacer la diferencia en el curso de la enfermedad y en el tratamiento que se ofrece a la paciente. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, iniciar el tratamiento adecuado en etapas tempranas puede aumentar las posibilidades de supervivencia hasta en 90%”, añadió la Dra. García.
Cabe recordar que el cáncer de mama es el tumor maligno de mayor prevalencia en el mundo, incluyendo México. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021 se registraron 7 mil 973 muertes por cáncer de mama, de las cuales 99.4% fueron mujeres y 0.6 %, hombres.
Asimismo, la Asociación Mexicana de Mastología recomienda el autoexamen mamario como método primario de detección; debe realizarse de manera mensual a partir de los 18 años, éste se debe realizar siete días después de terminada la menstruación. Además, aconseja que a partir de los 40 años las mujeres asintomáticas se realicen una mastografía de forma anual.
El cáncer de mama puede manifestarse a través de un bulto en el seno o en la axila; alteraciones en el tamaño, forma o aspecto de la mama como hoyuelos o depresiones, enrojecimiento, grietas, cambios de aspecto en el pezón o la areola, así como secreción anormal por el pezón.