La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) identificó que el consumo de cigarros electrónicos aumentó de 1.1% en 2016 a 2.6% en 2025, es decir, un crecimiento del 1.4%. Además, el consumo de tabaco tradicional disminuyó de 17.6% en 2016 a 15.1% en 2025. La disminución del cigarrillo clásico ocurrió de la siguiente manera: en hombres fue del 27.1% a 22.8% y en mujeres fue del 8.7% a 8.0%.
Este ejercicio estadístico identificó patrones de consumo, frecuencia y dependencia de las sustancias anteriormente mencionadas en grupos como adolescentes y adultos. Los resultados fueron presentados en la conferencia matutina por el secretario de Salud, David Kershenobich, en compañía de la presidenta Claudia Sheinbaum.
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El riesgo de los cigarros electrónicos en México
De acuerdo a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), hay 3 tipos de daños que pueden causar estos dispositivos a la salud integral de los mexicanos:
- Daños respiratorios por la inflamación del tejido pulmonar: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y cáncer.
- Daños cardiovasculares por los cambios en la circulación sanguínea: arterioesclerosis e infartos al corazón.
- Daños mutagénicos que aumentan el riesgo de cáncer y alteraciones a nivel reproductivo, como disfunción eréctil.
El cigarro electrónico o vapeador ha ganado popularidad entre la población, especialmente entre jóvenes y adultos jóvenes, bajo la idea de que es menos dañino que fumar tabaco tradicional. Sin embargo, la evidencia científica acumulada en los últimos años muestra que su uso no está libre de riesgos y puede provocar efectos negativos importantes en el organismo.
El aerosol de los cigarrillos electrónicos puede contener nicotina, metales pesados y compuestos orgánicos volátiles que son perjudiciales para los pulmones. Entre las sustancias detectadas están el formaldehído, la acroleína y partículas ultrafinas que pueden llegar profundamente a las vías respiratorias.
Tras reformas a la Ley General de Salud, aprobadas este diciembre, los vapeadores y cigarrillos electrónicos son ilegales en México para su comercialización, venta, importación y publicidad.
La nicotina puede afectar el desarrollo del cerebro, el cual continúa madurando hasta alrededor de los 25 años. Esto es especialmente preocupante en adolescentes, ya que el vapeo puede facilitar la transición al consumo de otras adicciones.
El cigarro electrónico es un producto relativamente nuevo. Por ello, los efectos a largo plazo aún no se conocen por completo. No obstante, el cigarro electrónico no es una alternativa segura ni libre de riesgos. Puede causar daño pulmonar, adicción a la nicotina y afectar el corazón, especialmente en jóvenes. Los especialistas coinciden en que la mejor decisión para la salud es evitar tanto el tabaco tradicional como el vapeo.
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