CÁNCER

Médicos confunden cáncer con dolor de crecimiento en un niño de 11 años

La infancia de Landon era normal hasta que comenzó con un dolor de huesos en la cadera que se creyó era dolor de crecimiento pero en realidad, ocultaba un tipo de cáncer raro

Landon fue diagnosticado con un raro tipo de cáncer en la sangre.
Landon fue diagnosticado con un raro tipo de cáncer en la sangre.
Escrito en ESPECIALIDADES el

El dolor de crecimiento se describe como un dolor o punzada en los huesos, generalmente de las piernas y que se vuelve más intenso en las noches. Esta molestia es normal en los niños, sin embargo, cuando es muy intenso, puede ocultar enfermedades, como fue el caso del pequeño Landon quien, tras sufrir dolor en su cadera, fue diagnosticado con cáncer en etapa 4.

El dolor de huesos que no se quita es una señal de alarma. Foto: Canva

Landon, un niño de 11 años que vive en Maryland, Estados Unidos, vivía una infancia normal hasta en el verano de 2023, comenzó a sufrir dolores de huesos en la zona de la cadera. Sus padres lo llevaron al médico, pero aseguraron que se trataba solo de dolores de crecimiento normales.

Además, el pequeño solía divertirse en los go-karts, por lo que también relacionaron el dolor con alguna posible lesión relacionada a esta actividad. 

Sin embargo, con el paso de los días, el dolor de Landon se volvió cada vez más fuerte, al grado de que el pequeño despertaba en las noches llorando por las molestias tan intensas, reporta Daily Mail

El tipo de cáncer que puede confundirse con dolor de crecimiento

En una práctica de futbol, el niño comenzó a tener dificultades para caminar bien, por lo que sus padres se alarmaron y lo llevaron de inmediato al médico. Tras hacerle una biopsia, se encontró que tenía un cáncer en la sangre en etapa 4 que ya se había esparcido a los huesos de la cadera.

Los estudios los realizaron en el Hospital Nacional Infantil en Washington D.C, donde primero se vieron resultados anormales en una prueba de sangre y posteriormente, una biopsia de hueso confirmó el diagnóstico de linfoma anaplásico de células grandes (ALCL) en etapa cuatro, una forma rara de cáncer de sangre.

El Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, menciona que se trata de un tipo de linfoma no Hodgkin de crecimiento rápido y agresivo, que afecta principalmente los ganglios linfáticos, la piel, los huesos, los tejidos blandos, los pulmones o el hígado. 

El cáncer de sangre puede no manifestar síntomas hasta etapas avanzadas. Foto: Canva

Es un tipo de cáncer raro, que se presenta en un 3% de los linfomas no Hodgkin en adultos y en un 10 a 20% de los linfomas en la infancia, según la Fundación Josep Carreras. 

No se conoce la causa, pero algunos especialistas han detectado que puede relacionarse con una exposición a factores ambientales, como el exceso de antibióticos, la contaminación del aire y el consumo excesivo de alimentos ultra procesados. También influye la genética y un sistema inmune debilitado.

Puede manifestarse con la aparición de ganglios linfáticos inflamados pero que no causan dolor, especialmente en la región cervical y en las axilas. También puede diseminarse a regiones más allá de los ganglios, como la médula ósea, los pulmones o los huesos, como fue el caso del pequeño Landon.

Suele diagnosticarse en etapas avanzadas

El problema es que en la mayoría de los casos no da síntomas evidentes y no es fácil detectarlo a través de estudios como una prueba de sangre ya que las células de linfoma no circulan en la sangre en cantidades suficientes para que se vean en los exámenes.

“Visitamos entre cinco y siete doctores diferentes antes de hacer la biopsia de hueso que confirmó el diagnóstico”, dijo a TODAY el padre de Landon. 

“Es devastador, es muy fuerte. Cuando escuchas la palabra cáncer, solo puedes pensar en que tu hijo va a morir”, agregó 

Por los síntomas que se pueden confundir con otros problemas, muchos de los pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas. Entre las manifestaciones más comunes, según la Biblioteca Nacional de Medicina en Estados Unidos, se encuentran: 

  • Cansancio excesivo  
  • Fiebre y escalofríos  
  • Pérdida del apetito  
  • Sudores fríos excesivos 
  • Inflamación de los gánglios linfáticos sin dolor 
  • Pérdida de peso inexplicable  
  • Dolor de huesos intenso que no mejora 
  • Piel roja y caliente 
Un médico debe evaluar los síntomas que persisten en los niños. Foto: Canva

El pequeño Landon recibió un tratamiento de seis rondas de quimioterapia y en cada una tuvo que quedarse hospitalizado unos días, aunque sus padres aseguran que nunca se quejó. “Él sabía que tenía que hacerlo para poder salvar su vida”, dijo el padre del niño. 

Landon está libre de cáncer a sus 12 años

Afortunadamente, Landon ahora está libre de cáncer, pero tiene que estar en constante revisión con los médicos para vigilar cualquier complicación, especialmente si el cáncer regresa, lo que ocurre en uno de cada 10 pacientes.

A sus 12 años y tras superar la enfermedad, el pequeño trata de llevar una vida normal y ya está jugando futbol de nuevo, pues no tiene molestias físicas que se lo impidan. 

Recuerda que cualquier síntoma en tus hijos que empeore con el tiempo y no mejore con medicamentos o remedios, es una alarma para visitar al médico.

El dolor de crecimiento puede aliviarse con masajes o al aplicar calor en la zona, reporta Mayo Clinic, pero si la molestia persiste, se presenta no solo en la noche sino también en el día, afecta las articulaciones, impide al niño hacer sus actividades cotidianas o se acompaña de inflamación, fiebre, cojera o debilidad, hay que atenderlo de inmediato. 

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