Unos cubículos similares a los que dividen las computadoras en los cafés internet están dotados de jeringas nuevas y estériles, agua esterilizada, alcohol para la limpieza previa de la zona de inyección, una gasa y otros insumos necesarios para consumir drogas inyectables. Los consumidores utilizan heroína, metanfetamina, cocaína, marihuana u otras sustancias, y con ellas fentanilo, aunque en la mayoría de los casos, sin saberlo.
Verter abrió en el 2018 “La Sala”, un sitio para proteger a los consumidores de drogas que se encuentran en situación vulnerable, el objetivo de este sitio es reducir los daños que las sustancias y su consumo en condiciones insalubres pudieran provocar. Los cubículos son de uso individual y cada uno cuenta con un espejo rectangular al fondo, uno circular más pequeño en la esquina derecha, una charola de metal donde se puede realizar el procedimiento para preparar la sustancia antes de ser inyectada, además hay un bote destinado para desechos sanitarios, un folleto pegado en el cubículo advierte que están en un lugar se consumo seguro y se lee: “¿Tienes todo lo que necesitas?” y se explica el mecanismo para inyectarse de manera segura.
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En México, en particular en la frontera norte y en otros estados en menor medida, diversos estudios han documentado la adulteración de opioides y otras drogas con fentanilo, algo común pero de lo cual los consumidores no suelen tener conocimiento y esto los puede exponer a una sobredosis.
“El fentanilo es un opioide sintético parecido, en cuanto a sus efectos pero no a su estructura, a los derivados naturales del opio (morfina y codeína), pero es completamente sintético. Eso tiene ventajas, ya que se obtiene sin necesidad de partir de un cultivo de amapola, solo basta con un laboratorio”, menciona Silvia Cruz Martín del Campo, investigadora del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav.
Sobredosis y alta adicción, entre los riesgos del consumo de fentanilo
Aunque en México la combinación de opioides y su adulteración con fentanilo está creciendo los usuarios no lo saben, “el fentanilo se está utilizando como adulterante de la heroína en su mayoría, pero también en otras drogas”, así lo explica Said Slim, cofundador de la Organización de la Sociedad Civil “Verter”, ubicada en Mexicali, Baja California. La organización cuenta con un programa de identificación de sustancias en donde con tiras reactivas y de alta sensibilidad verifican la presencia de fentanilo en drogas que los consumidores llevan a la sala de consumo seguro.
En México las tiras de test para identificar fentanilo en otras sustancias ilícitas se pueden comprar en Amazon, aunque tardan en llegar y son más costosas que en Estados Unidos, donde los consumidores de otras sustancias ya aplican estos test no con fines estadísticos, sino preventivos para seguir consumiendo, pero saber si hay presencia del opioide sintético que está provocando un problema de salud pública en su país.
La Sala de consumo seguro forma parte del programa de atención a las drogas que en Verter está vigente desde el año 2013, “es una manera innovadora de atender este problema de salud pública con políticas vanguardistas de reducción de daños y política de drogas que vemos por ejemplo en Canadá en Australia”, explica Said Slim.
“Más de 2 mil personas han visitado a lo largo de cinco años La Sala de consumo seguro y no hemos tenido ninguna muerte por sobredosis. Los consumidores se sorprenden al contar con un espacio digno para consumir pues no se sienten merecedores de ello”, añade Said.
Verter, a través del programa de identificación de sustancias, ha logrado identificar fentanilo, fenacetina y benzodiazepina como las sustancias adulterantes en heroína, metanfetamina, cocaína, marihuana y otras sustancias. Desde 2019 "no hay ni una sola prueba a heroína que no salga positiva a fentanilo", comenta el coordinador de Verter.
Aumenta 80% el consumo de fentanilo en México
En México, no sólo han aumentado gradualmente los casos de consumo de fentanilo desde 2013, sino que cada año se registra una mayor cantidad de nuevos casos: solo en 2022 se reportó un incremento del 80%, respecto a 2021, según la estadística del Observatorio Mexicano de Salud Mental y consumo de Droga.
Antes de 2018, la cifra anual no había rebasado los 10 casos, a partir de ese año comenzaron a crecer paulatinamente, al pasar de 10 a 25 (2019) y 72 (2020) para después crecer a más del doble en 2021, cuando alcanzaron los 184. Para 2022, sumaron 333.
Desde el año anterior, el Observatorio había advertido que se presentaban principalmente entre hombres en Baja California y Sonora, y que si bien el número de casos era escaso, estos iban en aumento y se concentraban en la frontera con Estados Unidos, donde su uso era ya una crisis de salud pública.
Cuando el fentanilo se usa como medicamento controlado es un efectivo analgésico, también puede ser empleado como anestésico en cirugías cortas; sin embargo, al utilizarlo de manera inadecuada, por una vía de administración intravenosa o fumando, y buscando sus efectos psicoactivos, resulta muy adictivo.
Verter indica que en el año 2022 se duplicaron las sobredosis, por ello facilitar el acceso a la naloxona, un fármaco que inhibe los efectos del fentanilo, es primordial, en Estados Unidos ya existen programas para salvar la vida de consumidores con la sustancia.
Debido a que la naloxona es difícil de obtener, los usuarios de heroína se inyectan un concentrado de agua con sal para tratar de revertir las sobredosis de opioides, aunque el sodio disminuye los efectos de opioides como la morfina y heroína no actúa de la misma forma en el caso del fentanilo, un estudio del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav que se aplicó en roedores encontró que, al aplicar esta solución, se retrasa el tiempo de muerte. Sin embargo, si la sustancia administrada es fentanilo o una combinación de morfina y fentanilo, la concentración de sal no presenta ninguna ventaja.
Las políticas prohibicionistas ¿funcionan?
El doctor Jaime Arredondo Sánchez Lira, que trabaja en la cátedra nacional canadiense en uso de sustancias, asegura que el gobierno de México en lo que se refiere a sustancias adictivas ha adoptado una política más provisionista que "ha buscado estigmatizar el uso de sustancias más que la implementación de políticas basadas en evidencia y eso hace que las organizaciones comunitarias trabajen en la reducción pero con recursos limitados".
"Investigadores de la Universidad de California, San Diego, han documentado cómo han aumentado los casos de VIH en la población fronterizadora, hemos documentado en Mexicali el incremento de sobredosis particularmente a través de la pandemia, similar como lo que ocurrió en otras partes como en Estados Unidos y en Canadá. En Ciudad Juárez obviamente siguen en este esquema de violencia, que ya representaba algunos retos para atender a los consumidores y pues creo que desafortunadamente estamos en el peor de los escenarios" explicó en entrevista Jaime Arredondo Sánchez Lira.
El gobierno federal del México ha promovido campañas a traves de distintas plataformas en donde uno de los slogan principales es “El fentanilo mata” incluso en la aulas de instituciones educativas de distintos niveles se ha promovido esta campaña.
Al respecto, el investigador Sánchez Lira menciona "en este sexenio nos enfrentamos a un retroceso en políticas públicas relacionadas a la política de drogas, tenemos que replantearnos una nueva colaboración con las organizaciones y una filosofía civil para disminuir los efectos negativos de las drogas".
Raúl Bejarano Romero, es estudiante del doctorado en investigación interdisciplinaria en uso de sustancias en la Universidad de California en San Diego y explica que la falta de datos, proporcionados por el gobierno respectos los consumidores de drogas se enfrenta a un vacio esto debido a que no hay datos sobre consumo de sustancias.
“La última encuesta nacional de uso de drogas alcohol y tabaco, se realizó en 2017 entonces este gobierno y en particular lo que era el Conadic que ahora es la Conasama abandonaron los estudios necesarios para saber precisamente si se está incrementando, se está disminuyendo el consumo de todas las sustancias en el país, de todas las drogas y es uno de los deberes del Estado, porque esa información nos permite saber qué sustancias están consumiendo en dónde y a partir de esa información podríamos desarrollar estrategias o intervenciones específicas para cada región, pero desde hace cinco años que no tenemos esos datos y ha habido una respuesta institucional", señala Raúl Bejarano Romero.
Lo que dicen los especialistas sobre los efectos del fentanilo
Silvia Cruz Martín del Campo, investigadora del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav, menciona que “los opioides inhiben a las neuronas, disminuyen su actividad eléctrica y la transmisión sináptica; además, en el sistema nervioso central, integrado por el encéfalo, tallo cerebral y médula espinal, provoca que las células encargadas de transmitir los estímulos dolorosos se inhiban y no los transmitan”.
La investigadora del Cinvestav advierte que “el fentanilo es muy potente ya que requiere una cantidad cien veces menor que la morfina para producir los mismo efectos, razón por la cual ha ido agregándose como adulterante de otras sustancias como la heroína. Una cantidad mínima de fentanilo aumenta, tanto los efectos psicoactivos de la heroína como el riesgo de presentación de sobredosis letales”.
El fentanilo es entre 50 y 100 veces más potente que la morfina pero lamentablemente es potencialmente adictivo y es la sustancia más letal de las drogas sintéticas. Este opioide sintético fue sintetizado por primera vez en 1959 por el químico belga Paul Janssen. No requiere de la goma de la amapola para su creación, se realiza en laboratorios y tenía como objetivo ser un poderoso medicamento analgésico para controlar el dolor agudo entre las personas que sufrían algún golpe o se sometían a cirugías menores.
En el artículo "Implementar una estrategia descentralizada de prevención de sobredosis de opioides en México, un tema pendiente de política pública", realizado por Raúl Bejarano Romero, Jaime Arredondo Sánchez Lira, Said Slim Pasaran y otros investigadores en el tema, se concluye que:
"La crisis de salud pública por sobredosis de opioides está empeorando en la región norte de México debido a la introducción de fentanilo fabricado ilícitamente en el suministro local de drogas. Aunque hay un aumento en las muertes por sobredosis, no existe un informe preciso por parte de las agencias gubernamentales mexicanas ni una estrategia integral de prevención de las sobredosis de opioides. Actualmente sólo existe una estrategia de marketing antidrogas que probablemente sea insuficiente para mitigar la creciente epidemia".