Las cucarachas son un problema recurrente en muchos hogares a pesar de que los espacios estén limpios pues estos insectos se refugian en cualquier lado donde obtengan agua y comida. Lo más grave es que son portadoras de bacterias y alérgenos que pueden agravar síntomas respiratorios como el asma.
Se sienten principalmente atraídas por zonas del hogar como la cocina, donde fácilmente encuentran residuos de comida, electrodomésticos con calor y espacios oscuros en los que pueden esconderse o hasta anidar.
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Una vez que comienzas a ver algunas cucarachas, es posible que ya tengas una infestación, pues la velocidad a la que estos insectos se reproducen es sorprendente. Se estima que una hembra puede producir varias cápsulas de huevos, llamados ootecas, con entre 10 y 50 crías dependiendo de la especie.
Por ello, si notas que hay cucarachas pequeñas en la cocina debes actuar de inmediato, aunque siempre asegurándote de no cometer errores que empeoran la infestación.
El peor error si ves cucarachas pequeñas en la cocina
¿Qué hacer si ves cucarachas pequeñas correteando por la cocina? El primer impulso puede ser rociar las superficies y zonas afectadas con spray insecticida de uso comercial, pero este puede ser el peor error cuando se trata de cucarachas muy pequeñas.
Expertos en fumigación detallan que los sprays contra las cucarachas pueden provocar un “efecto desalojo”: al rociarlo sobre las más pequeñas, muchas huyen y se esconden en otras zonas, lo que dispersa y fortalece la infestación, apunta un artículo de Infobae.
Con este método es probable que algunos ejemplares mueran, pero el resultado final suele ser una plaga más difícil de controlar.
Rociar insecticida solo es efectivo cuando puedes hacerlo directamente sobre una cucaracha grande, que usualmente no se esconde con tanta facilidad y muere inmediatamente.
En cuanto a las cucarachas pequeñas, lo mejor es optar por otros métodos que garanticen su eliminación sin el riesgo de que huyan y sigan reproduciéndose.
Alternativas contras las cucarachas pequeñas más seguras y efectivas
- 1. Geles insecticidas en puntos estratégicos
Aplicar geles en lugares clave de la cocina, como bisagras de las puertas, alrededor de coladeras, marcos de las puertas o el refrigerador, permite que las cucarachas los ingieran y transmitan el veneno a otras, afectando a la colonia completa.
- 2. Bloquear alimentos, agua y escondites
Eliminar fuentes de alimento, humedad y refugios reduce considerablemente el atractivo del hogar para las cucarachas. Asegúrate de guardar la comida en recipientes bien cerrados o en el refrigerador, no dejes el plato de comida de tu mascota toda la noche y lava los trastes antes de dormir. Mantén los botes de basura tapados y sella grietas en pisos y paredes por donde podrían entrar.
- 3. Uso estratégico de cebos y trampas
Los cebos en gel explotan el comportamiento de las cucarachas, que suelen alimentarse en grupo y compartir comida, permitiendo que el veneno alcance a toda la colonia. También se pueden utilizar trampas adhesivas donde se quedan atrapadas.
- 4. Monitoreo y limpieza constante
Es fundamental vaciar la basura con frecuencia, aspirar migajas y restos de comida, y limpiar zonas oscuras y húmedas para reducir la posibilidad de reinfestación.
- 5. Busca ayuda profesional
Si la plaga es severa o recurrente, lo más sensato es contratar servicios especializados en control integrado de plagas. Ellos aplican métodos seguros, adaptados al tipo de plaga y al entorno, para erradicarla eficazmente.
Ya lo sabes, rociar repelentes comerciales en spray es lo peor que puedes hacer ante las cucarachas pequeñas, así que no vuelvas a cometer este error y mejor usa métodos realmente efectivos.
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