Seguro que has escuchado que un espacio limpio y ordenado tiene beneficios para la salud mental, pero algo que probablemente no tengas en cuenta, es que las personas más felices suelen tener en común algunos hábitos de limpieza. Te decimos cuáles son y cómo puedes implementarlos.
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Expertos en psicología destacan que el orden y la limpieza pueden ser un factor clave para alcanzar la felicidad y basta con implementar algunos hábitos sencillos durante nuestra rutina de limpieza en el hogar para empezar a notar resultados.
Un estudio publicado en el Journal of Enviromental Psychology y retomado por National Geographic señala que el desorden y caos en el hogar “puede reducir los sentimientos de bienestar, felicidad y seguridad”.
Otro estudio en el Journal of Neuroscience destaca que el desorden impide que nuestro cerebro se enfoque en lo importante, además de que podemos tener más fatiga, depresión y estrés, pues aumentan los niveles de cortisol en el cerebro.
¿Qué hábitos de limpieza tienen en común las personas más felices?
Natalie Christine Dattilo, psicóloga clínica con sede en Boston e instructora en la Facultad de Medicina de Harvard, detalla que nuestros hogares pueden estar desordenados y con poca limpieza porque mentalmente nos sentimos abrumados y desorganizados también. Otros estudios afirman que trabajar en un entorno desorganizado puede provocar sentimientos de agotamiento.
Tomando en cuenta estos efectos, es importante que hagamos un esfuerzo por mantener nuestros espacios limpios y ordenados, pues además de que te ayudará a encontrar más rápido lo que necesitas, influye en tu estado mental y en tu nivel de felicidad.
Un artículo del portal El Mueble señala que hay al menos tres hábitos de limpieza que tienen en común las personas más felices:
- Tener una rutina de limpieza
No se trata de que pases horas todos los días limpiando a profundidad, ya que no es algo realista y puede ser muy agotador y frustrante. Lo mejor es tener una rutina dividida en pequeñas tareas todos los días.
Puedes asignar un día para limpiar las diferentes habitaciones o espacios, pero complementando con las tareas que ya de por si tenemos que hacer todos los días, como lavar los platos y limpiar la mesa.
Por ejemplo, puedes asignar un día para aspirar las alfombras de la sala y la habitación y otro para lavar el baño o cambiar las sábanas.
- Dedica poco tiempo cada día
Además de distribuir la limpieza en tareas durante cada día de la semana, es importante que no te tomen demasiado tiempo. Lo ideal es dedicar no más de 30 minutos al día a ordenar y limpiar de manera general el espacio deseado.
Realmente te llevará muy poco tiempo hacer una limpieza superficial, por ejemplo, lavar los platos, limpiar la mesa, barrer la cocina y colgar las chamarras que están encima de las sillas u otros muebles puede tomarte muy poco tiempo, pero hará una gran diferencia.
No te enfoques tampoco en que tu casa se vea perfecta todo el tiempo, es imposible, pero al menos trata de que antes de irte a dormir se vea un poco más ordenada de como estaba. Notarás que estarás de mejor humor al día siguiente.
- No acumules
Otro de los hábitos de limpieza que tienen en común las personas más felices es no guardar objetos y ropa que nunca más volveremos a usar, pues nos quita espacio valioso y hace que el hogar se vea más caótico.
Cada dos o tres meses asigna un día para deshacerte de aquello que ya no usas, desde ropa, zapatos y otras prendas, hasta trastes y papeles que ya no nos sirven. El simple hecho de eliminar estos objetos que ya no usamos hace una gran diferencia en cuanto al desorden.
No veas al orden y la limpieza de tu hogar como una tarea difícil, recuerda que dedicarle unos minutos puede ayudarte a sentirte más feliz y hasta a ahorrar tiempo todos los días porque encuentras todo más rápido. Puedes poner música alegre o que te guste para motivarte a cumplir con tus hábitos de limpieza diarios.
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