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¿Cocina limpia y ordenada? Los mejores hábitos que debes adquirir

La higiene también es salud, por eso te proporcionamos estas sencillas medidas para mantener uno de los espacios de tu hogar impecable, libre de bacterias y gérmenes.

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Autor Verificado
Escrito en VIDA SANA el

Los buenos hábitos de higiene te ayudan a cuidar y a valorar tu cuerpo, prevenir enfermedades. Es momento de que percibas la limpieza como bienestar y que poco a poco le des la importancia de limpieza y orden, más si se trata de la cocina.

Si bien es cierto que todos los días estás en contacto con millones de gérmenes y virus que se encuentran en el medio ambiente, algunos pueden permanecer en tu cuerpo e inclusive en algunos casos, enfermarte por no tener limpia y ordenada una de las áreas de tu hogar que es de suma importancia.

Por eso es importante ir adquiriendo una serie de hábitos que te harán la vida más fácil y que evitarán que termines completamente agobiado y exhausto a la hora de limpiar y ordenar la cocina durante el fin de semana.

Ve implementándolas de menor a mayor y verás cómo el tiempo que dedicas a la limpieza y el orden cada vez es menos.

Foto: Pexels

Recuerda, si usas algo, recógelo enseguida

Si tomas algo de la cocina, por ejemplo, un vaso de agua o vas al refrigerador a picar algo, en lugar de dejarlo en el fregadero, mételo en el lavavajillas o friégalo de una vez, el lavar los trastes puede resultar molesto porque en cuestión de minutos se hace una acumulación de trastes.

Así, mantendrás el espacio recogido y limpio entre comidas y no tendrás después tanto que recoger o fregar de más. Tan solo te llevará un par de minutos.

Mientras cocinas, aprovecha para recoger

Aprovecha esos minutos extra para recoger lo que tengas en el escurreplatos, por ejemplo.  

No se trata de ponerse a recoger todo lo que veas fuera de lugar, pero aprovechando esos minutos muertos conseguirás ahorrar algo de tiempo al final del día. 

Foto: Freepik

No dejes la encimera sin pasar

La encimera es la parte superior plana y resistente de los muebles bajos, como los de las cocinas, cuartos de baño y laboratorios.

Las migas, así como los restos de aceite o de comida, pueden hacer que tu encimera y, en consecuencia, la cocina vaya ensuciándose poco a poco o manchando el suelo.

Lo más adecuado es que, después de utilizarla para cortar o preparar cualquier tipo de alimento, la limpies con microfibra, un tipo de fibra sintética muy fina con la que se fabrica un textil no tejido que limpia perfectamente los residuos del polvo y los restos de las bacterias.

Así, además, te aseguras de que no se ensucia cualquier cosa que pongas encima, ya sea el móvil, un libro o el bolso cuando llegas a casa.

Limpia cuando termines de cocinar

Incluye la limpieza de la vitrocerámica a tu rutina de limpieza diaria. La vitrocerámica es un sistema de cocina eléctrica basado en una placa lisa de cerámica vitrificada, que tiene tanto una gran resistencia al calor como una rápida capacidad de trasmitirlo.

Hazlo siempre cuando termines de cocinar, si es de inducción, espera un poco a que se enfríe si es una vitrocerámica de las de toda la vida. Lo mismo si es una cocina de gas.

Espera a que se enfríen los quemadores para evitar quemaduras. Después no tendrás que acabar agotado al quitar la suciedad, cuanto esté reseca y sea más difícil. 

Deja la cocina recogida antes de ponerte a comer

Trata de recoger todo lo posible antes de sentarte a comer o cenar:

  • Los sartenes y otros utensilios fregados.
  • Las encimeras limpias.
  • Los restos de cocinar en la basura.
  • Así, cuando terminéis cada comida tan solo habrá que recoger y fregar los platos, vasos y cubiertos que hayáis utilizado y te costará mucho menos dejarlo todo limpio. 

Foto: Freepik

Friega siempre los platos después de cada comida

O mételos en el lavavajillas. Aquí el conocido refrán de no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy cobra más sentido que nunca.

Si friegas los platos tras cada comida, cuando después entres en la cocina no encontrarás un cúmulo de olores y suciedad.

Además, cuando los restos de comida se resecan, son mucho más difíciles de quitar. Todo son ventajas.

Destina un lugar para cada cosa

Lo primero que debes hacer para conseguir tener una cocina siempre recogida es destinar un lugar para cada cosa.

Así no solamente lo encontrarás, cualquier miembro de la familia a la primera, sino que también lo dejarás en su sitio automáticamente cuando estés recogiendo.

Piensa cuál es el sitio más cómodo. Por ejemplo, los vasos y los platos están mejor cerca del lavavajillas o el escurreplatos para que guardarlos sea cómodo.

El aceite para cocinar y las especias, cerca de la zona de la estufa.

El mantel y servilletas del día a día, en un cajón cerca.

Piensa en tu comodidad para organizar la cocina.

Foto: Pexels

Barre la cocina al final del día

Para evitar que la suciedad, o la sensación de suciedad, invada tu cocina, trata de barrerla al final del día.

Así eliminarás las migas de pan u otros restos que hayan podido caer al suelo, evitando también que se extiendan por el resto de la casa.

Tampoco es necesario levantar sillas y mover las cosas:

  • Con un repaso rápido es suficiente para mantener la cocina más limpia y ordenada.  

Implica a toda la familia

No se trata de que tú seas la única o el único que se implica en el orden y limpieza de la cocina.

Si cada uno de los miembros de tu familia hace su parte, la limpieza semanal no costará tanto tiempo y esfuerzo.

A los más pequeños del hogar, ponles obligaciones acordes con su edad.

Empieza por enseñarles a poner la mesa y recoger sus platos y meterlo en el lavavajillas, para que poco a poco vayan cogiendo la costumbre y colaborando, cada día más, en las tareas del hogar

(Con información del Instituto de Alergias y Autoinmunidad, Secretaría de Salud, Instituto Técnico Español de Limpiezas)