Las almohadas nos brindan confort en la cabeza y cuello al dormir, sin embargo, es importante tener los cuidados adecuados al lavarlas para que no se conviertan en un foco de infecciones. ¿Sabías que debes lavar la almohada nueva antes de usarla? Te decimos las razones.
Una buena almohada nos permite tener un descanso satisfactorio, pero también pueden ser fuente de infecciones e irritación en la cara cuando no las lavamos con frecuencia ni de la forma correcta.
Al respecto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señala que no solo se debe lavar una almohada con frecuencia, sino que debemos hacerlo justo al comprarla, antes de usarla por primera vez.
¿Cuándo fue la última vez que lavaste tu almohada? Tal vez ya ni te acuerdas, pero aquí te decimos cómo hacerlo de la forma correcta y la importancia de lavarla incluso si es nueva.
¿Por qué lavar la almohada nueva?
La Revista del Consumidor señala que es fundamental lavar las almohadas cuando son nuevas, antes de usarlas por primera vez y esto se debe a que las telas con que son confeccionadas se someten a procesos químicos para darles la textura, color y apariencia ideal para su venta final.
Por lo que, si usamos las almohadas sin lavarlas antes, podemos sufrir de irritaciones o molestias en la piel.
(Foto: canva)
Profeco advierte que aunque se deben lavar las almohadas con frecuencia, debemos hacerlo de la forma correcta para no arruinarlas.
Al respecto, sugieren leer siempre la etiqueta de información con las instrucciones de lavado y seguirlas al pie de la letra para que la almohada se mantenga en buenas condiciones por más tiempo.
¿Cuándo es mejor cambiar una almohada? Si aunque la lavas ya no luce como antes, perdió altura y firmeza, lo ideal es comprar una nueva.
Trucos para lavar bien una almohada
- Al tender tu cama, procura sacudir las almohadas y darles un esponjado diario para que no se deformen.
- Protégelas con una funda de tela suave que no te cause irritación en la piel.
- Puedes lavarlas a máquina, a mano o simplemente quitar las manchas con una esponja o trapo húmedo, solo lee bien las instrucciones de cuidado.
- Lava por lo menos dos veces al año tus almohadas.
- Si tu lavadora es grande, puedes meter dos almohadas a la vez para equilibrar la carga y que el agua y detergente circulen de forma eficaz.
- Aunque no la laves, procura colgar la almohada al aire libre para que le dé el sol unas horas al menos una vez al mes; esto ayudará a eliminar ácaros.
- Si las lavas, asegúrate de que estén completamente secas.
- Lava las fundas de la almohada regularmente, de preferencia una vez a la semana.
Recuerda que la almohada puede albergar mucha suciedad desagradable, como sudor, saliva, bacterias, moho y hasta hongos, que además de afectar tu piel, pueden estropear el relleno de las almohadas y hacer que pierdan soporte con el tiempo, según Consumer Reports.
Lo que debes considerar al comprar una almohada
Si llegó el momento de cambiar tu almohada hay algunas recomendaciones que debes tener en cuenta:
- Cómpralas solo en tiendas establecidas y pide tu garantía.
(Foto: canva)
- Revisa su firmeza para asegurarte de que cumpla con tus necesidades de descanso.
- Verifica que no tengan imperfecciones, revisa que no estén rasgadas, con malas costuras, manchas u otros defectos.
- Elige la altura adecuada, si duermes de lado lo mejor es una almohada de altura media; si duermes boca arriba, elige una almohada más alta para mantener la postura de cuello y cabeza alineadas y si duermes boca abajo, usa una almohada más baja.
(Con información de Profeco, Costumer Reports)