La cera en los oídos no es suciedad ni un enemigo a combatir con cotonetes, como comúnmente lo hace la gente. Al contrario, esta cera cumple una función vital de lubricación y protección contra bacterias, hongos e incluso insectos. Sin embargo, el mal hábito de introducir bastoncillos de algodón puede provocar un efecto contrario al esperado: formar tapones que bloquean el canal auditivo y que pueden poner en riesgo tu audición.
Lejos de la creencia popular, el oído tiene su propio mecanismo de limpieza natural y es posible que algún día ya te haya pasado, la cerilla sobrante suele salir de manera espontánea y basta con retirar el exceso, sin necesidad de introducir objetos.
De acuerdo con expertos, el uso repetido de hisopos o lo que conocemos como cotonetes solo empuja la cera hacia el interior, donde puede acumularse hasta generar un tapón. Esto no solo causa molestias, sino que también puede derivar en pérdida de audición parcial, dolor, picazón, zumbidos o secreciones con mal olor.
Los especialistas recomiendan estar atentos a estas señales y, en caso de presentarse, acudir a un médico para que realice la extracción de manera segura mediante instrumentos especializados o un lavado de oído. ¡Ojo! Intentar hacerlo en casa con objetos improvisados es riesgoso debido a que el conducto auditivo es delicado y una manipulación inadecuada puede ocasionar lesiones graves.
¿Cómo limpiar correctamente tus oídos?
Los oídos son un órgano complejo y esencial para el ser humano, gracias a ellos podemos recibir informaciones sonoras, y también contribuyen para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo, por ello, es necesario cuidarlos, ya que no hacerlo puede generar consecuencias irreversibles, de acuerdo con Silvio Jurado Hernández, especialista en otorrinolaringología y académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.
El especialista recomienda no hacer uso de los cotonetes, pasadores u otros objetos pequeños para limpiarse los oídos, ya que puede ser contraproducente por dos razones:
- se pueden dañar los oídos, al grado de ocasionar una perforación timpánica.
- se puede provocar un tapón de cerumen.
¿Cuál es la función de la cerilla en tu oído?
El cerumen- o cerilla como la conocemos-, cumple una función necesaria en tu oído: lo protege. Elaborada por las glándulas ceruminosas, esta sustancia se suele drenar sola y no causa problemas.
Sin embargo, hay dos factores que pueden intervenir para que el cerumen se vuelva molesto:
- Que las glándulas ceruminosas produzcan esta sustancia en exceso.
- Que, al limpiarlo, no permitas el proceso de higiene que tienen de manera natural tus oídos.
En ambos escenarios puedes generar un tapón de cerumen, que puede causar pérdida de audición o problemas como zumbidos, sensación de oídos tapados o vértigo.
Para evitar un tapón de cerumen, Jurado Hernández, especialista en otorrinolaringología, dijo que es necesario realizar un lavado de oídos, de esta manera:
- Debes sostener la cabeza erguida y enderezar el conducto auditivo externo, sosteniendo la oreja y jalando suavemente hacia arriba
- Utiliza una jeringa llena de agua para dirigir suavemente un pequeño chorro contra la pared del conducto auditivo cerca del tapón de cerumen.
- Inclina la cabeza para permitir que drene el agua.
- Repetir la irrigación cuantas veces sea necesario.
Aunque lo ideal es que si no sientes que tienes la capacidad de hacerlo, lo mejor será que acudas con un especialista y evitar riesgos.