La piedra pómez, de acuerdo con Materialoteca, puede ser utilizada para producir bloques de hormigón, barras de jabón, borradores de lápiz, roca de drenaje, acondicionador de suelos o productos exfoliantes. Así es, la piedra pómez puede ser tu aliada en procesos de limpieza, en especial para tu piel de los pies para quitarle esas durezas superficiales que evitan suavidad y dañan su aspecto. Conoce cómo utilizarla, pues un mal uso resultará desfavorecedor.
La piedra pómez es una roca volcánica vesicular ligera que puede flotar en el agua, es decir, tiene vesículas o cavidades de forma irregular las cuales producen una textura esponjosa o burbujeante y de baja intensidad. Debido a sus propiedades ásperas y rugosas, se le ha conocido por ser una herramienta de cuidado corporal.
La piedra pómez tiene su formación en magma volcánico cuando es expulsado y entra en contacto con el aire, explica Podoactiva. Existe una solidificación de dicho material rocoso, caliente y móvil a través de la cristalización, formando dicho material, informa Servicio Geológico Mexicano. Debido a esto, la piedra pómez forma parte de las rocas ígneas.
Las rocas volcánicas no aparecen de forma individual, sino después de la expulsión se acumulan y forman estructuras geológicas como edificios volcánicos, enfatiza Ecología Verde. Por lo cual, puedes adquirir tu piedra pómez en lugares donde el material ha sido tratado para su uso.
¿Cómo utilizar la piedra pómez o roca volcánica?
Esta roca volcánica suele ser de color blanco y tiene una gran resistencia, soportando el frío extremo, el fuego o estar a la intemperie sin ser dañada. Además de ser utilizada para la fabricación de aceites y cremas, retira la piel muerta, especialmente los callos o asperezas del pie, detalla El Español. Podoactiva explica más sobre sus usos y precauciones:
1. Higiene
Antes de su uso, hay que asegurarse que la roca volcánica está limpia, al igual que los pies. Es recomendable remojar los pies en agua tibia y con jabón para que la piel se reblandezca y sea más fácil quitar las durezas. Cada persona debe tener su propia piedra pómez evitando compartirla. Este proceso puede realizarse durante la ducha o en otro momento disponible.
2. Uso
Para su uso, debes realizar movimientos circulares alrededor de los talones o en las áreas donde suelen aparecer las lesiones cutáneas para eliminar durezas y callos. Evita utilizarla en el resto del cuerpo, pues la demás piel, a comparación de la piel de los pies, es más frágil y podrías irritarla o dañarla. En pies sanos, puedes utilizar la piedra hasta tres veces por semana de forma superficial y evitando heridas.
3. Después de su uso
Después de utilizar la piedra pómez, hidrata la piel con cremas podológicas, sin embargo, busca constantemente su aplicación para evitar callos, durezas y lesiones en la piel. En el caso de la piedra pómez, lávala con agua y jabón, déjala en un lugar sin humedad para evitar bacterias y de vez en cuando ponla a hervir con agua para quitar microorganismos.
(Con información de Materialoteca, Podoactiva, Servicio Geológico Mexicano, El Español)